El intendente de Unquillo tomó la drástica decisión de cesantear a 182 trabajaodres para rebajar el déficit del municipio. Un grupo de empleados despedidos por el actual intendente protagonizaron ayer algunos desmanes.
Una serie de incidentes se registraban en la tarde de ayer frente al palacio municipal de la localidad de Unquillo, luego que un grupo de 182 trabajadores despedidos intentaron ingresar para una reunión con el intendente de la localidad de Sierras Chicas.
Los hechos ocurrieron tras un plenario de trabajadores que se concretaba en la explanada municipal.
"Hubo una pedrada y rotura de vidrios", contó en declaraciones radiales el intendente Jorge Fabrissin, que no se encontraba en la localidad, debido a una reunión con autoridades provinciales en El Panal por ayuda a damnificados por la tormenta del último fin de semana.
El conflicto, que se ha ido acrecentando, comenzó a fines de diciembre pasado cuando el jefe comunal comunicó el despido de 182 trabajadores.
El intendente de Unquillo tomó la drástica decisión para rebajar el déficit del municipio.
En medio de una crisis institucional, el intendente Fabrissin firmó el decreto que dispuso el cese de 182 contratos de empleados contratados, monotributistas y personal subsidiado en diferentes áreas del municipio.
La medida que ya había anunciado Fabrissin apenas asumió el cargo, disparó un conflicto con los trabajadores y delegados sindicales, que desde el 10 de diciembre se mantienen en estado de paro general de actividades.
La decisión reavivó el ambiente de malestar con manifestaciones en el frente de la sede municipal, y la amenaza de medidas de fuerza. El sindicato de empleados municipales aseguró que intentará conservar las fuentes de trabajo de todos los empleados.
Por esta razón, y para evitar mayores disturbios, el intendente decretó un asueto administrativo para hoy y así eludir las protestas en pleno centro de la ciudad.
Por su parte, los delegados de los trabajadores adelantaron que continuarán con la asistencia a sus puestos de trabajo.
Desde el Poder Ejecutivo, Fabrissin reafirma que con la estructura de costos laborales que heredó de la anterior gestión de Germán Jalil, la administración es inviable, y tenía mucho personal en áreas que eran innecesarias.
FUENTE Y FOTOS: La Voz del Interior - La Mañana de Córdoba
