El pasado domingo 3, dentro del Cementerio Municipal San Juan XXIII, aproximadamente 7 sujetos armados con escopetas "tumberas", revólveres y machetes, insultaron y amenazaron a familiares y amigos que acompañaban el cortejo fúnebre de Jorge Gustavo Cardozo. Los delincuentes serían amigos del menor que cometió el brutal homicidio, y estaban enojados porque el precoz homicida permanecía todavía detenido. Entonces decidieron tomar represalias contra los familiares en el mismo momento del funeral del empleado municipal, y esperaron que ingrese el cortejo para luego proceder con las provocaciones que minutos después se transformaron en violentas amenazas con armas de fuego y machetes. El comisario mayor Claudio Osuna confirmó a Periodismo365 que la Policía fue alertada del increíble suceso, pero cuando los efectivos llegaron al Cementerio municipal, los peligrosos individuos ya habían huido.
Fuentes consultadas por Periodismo365, relataron que el pasado domingo aproximadamente a las 17.00 horas, antes de la lluvia, el cortejo fúnebre trasladando los restos de Jorge Gustavo Cardozo llegó al Cementerio Municipal "San Juan XXIII" con un nutrido acompañamiento de familiares, amigos y conocidos. El servicio partió desde una céntrica cochería y al llegar a la puerta del Cementerio, las mismas fuentes observaron que había varios jóvenes que estaban en la vereda en actitud sospechosa.
Una vez que el cortejo fúnebre ingresó a la necrópolis, la patota hizo lo mismo pero detrás de toda la gente. Allí, los sujetos comenzaron a proferir insultos y gritar improperios y epítetos irreproducibles hacia las personas que participaban del último adios a Cardozo. En esos momentos se produjo un cruce de palabras con algunos de los presentes y fue ahí que los patoteros redoblaron las amenazas esgrimiendo escopetas "tumberas", revólveres y machetes. "Supuestamente estos inadaptados querían tomar represalias contra los familiares de Cardozo, porque eran amigos del menor que lo mató, y se enojaron porque estaba preso. Eran casi todos menores de edad", comentó a Periodismo365 uno de los testigos.
"Al ver que los patoteros estaban todos armados, se produjo un desbande generalizado de gente y muchos decidieron irse a sus casas por miedo a recibir un tiro. Fue un momento muy feo, y por las corridas y la terrible situación de inseguridad se llamó a la Policía", aseguró otro de los asistentes al sepelio del empleado municipal. Tras los incidentes, finalmente se pudo realizar el entierro de Jorge Gustavo Cardozo.
El comisario mayor Osuna confirmó a Periodismo365 que se alertó a la Policía sobre el hecho del pasado domingo en el Cementerio municipal, pero cuando llegaron los uniformados ya no quedaba ninguno de los patoteros, quienes se habrían dispersado por el interior del camposanto y luego habrían escapado por los muros laterales del predio.
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