ADVIERTEN QUE LA INDUSTRIA ARGENTINA ENTRÓ EN RECESIÓN

Desde mitad de 2015, la industria nacional  acumula dos trimestres en rojo. Está un  5,7% por debajo de los niveles de 2011. Lo que se viene y el difícil desafío de revivirla.

De acuerdo con el Índice de Producción Industrial de FIEL la industria se estancó en 2015 al cerrar con una caída del 0,1%, sin recuperar el descenso observado desde 2011. Hoy se encuentra 5,7% por debajo de aquel año, último récord de la actividad industrial.

Desde mitad de 2015 se acumulan dos trimestres consecutivos de retroceso de la producción ajustada estacionalmente, lo que indica que técnicamente la industria entró nuevamente en recesión probablemente desde junio del año pasado.

Las perspectivas para los próximos meses no prometen una rápida recuperación. El índice de confianza de bienes durables de la UTDT que correlaciona bastante bien con la tendencia ciclo de producción de bienes durables de consumo del IPI de FIEL muestra hasta enero una tendencia fuertemente declinante, consistente con la necesidad de "digerir" durables comprados anticipadamente en 2015.


La actividad económica en su conjunto deberá ordenarse en un nuevo escenario de precios relativos, en un contexto externo adverso con las grandes economías de la región en receso o con crecimiento débil. Desde el agro llegará la tracción hacia sectores de insumos y el empuje a industrias procesadoras, mientras que la industria de bienes intermedios presentará comportamientos muy dispares -recuperación en algunas ramas y caída en otras-, con la producción de durables y bienes de capital en una etapa baja del ciclo.

Como anticipamos en su momento, luego de 20 meses de recesión entre mayo de 2013 y diciembre de 2014, la industria experimentó una débil recuperación en la primera parte de 2015 derivada de impulsos que resultaron efímeros.

La recesión tuvo un respiro, y de confirmarse junio de 2015 como el inicio de una nueva fase se completaría un período relativamente largo, con casi cuatro años de contracción y estancamiento de la industria. A su vez la transitoria recuperación del primer semestre de 2015 que revierte desde junio, pasaría a ser la de menor duración de los últimos 35 años en que FIEL mide el ciclo industrial.

Las perspectivas para el año 2017 y de allí en adelante pueden ser bien diferentes a lo que caracterizó estos últimos años, pero para retomar ese sendero de crecimiento habrá que transitar previamente el desierto, y completar cambios que permitan recuperar el crecimiento, y no sólo "rebotar".

Eso requiere no sólo un cambio de precios relativos, sino también mejoras de productividad que aún no se avizoran y que se han vuelto más necesarias a partir del ajuste de tarifas eléctricas para los usuarios industriales. Los elevados costos laborales unitarios no se resolverán sólo a partir de una mejora -por lo general transitoria- en el tipo de cambio real sino que requieren una revisión profunda de las condiciones regulatorias y tributarias de contratación.

Mientras aguardamos el comienzo de un ciclo de recuperación de la productividad y del crecimiento sostenido de la industria, es conveniente hacer un breve repaso a la situación coyuntural. ¿Dónde aparecen hoy los más y los menos de la industria manufacturera? 2015 muestra un panorama bien diferente entre los distintos sectores de actividad industrial.

De las 10 ramas hubo caídas en la mitad y crecimiento en el resto. La mayor expansión se dio en Alimentos y bebidas (+3,8%), a partir de un volumen récord de cosecha de oleaginosas que explica la dinámica de la producción de aceites.

Otras ramas de alimentos de consumo masivo -galletitas, leche fluida, otras bebidas- tuvieron ligeras caídas o permanecieron estancadas. La faena vacuna creció sólo 0,5% afectada desde el segundo semestre por un nuevo ciclo de retención de vientres por mejores expectativas de exportación del sector. Las perspectivas para 2016 dependen en buena medida de la liquidación de stocks del agro para mantener la actividad procesadora, dada una cosecha algo menor. La debilidad del mercado laboral -estancamiento en empleo e ingresos reales- no ayudará al desempeño del sector.

La segunda posición en el ranking de 2015 fue para Insumos químicos y plásticos (+2,4%), con diferencias notables entre quienes tuvieron fuerte expansión -Jabones y plásticos, junto con la recuperación de Agroquímicos en el último trimestre- y caídas en Química básica y petroquímica. Químicos y plásticos se consolidaría en 2016 como uno de los pocos sectores con mejoras por el esperado empuje de Agroquímicos y la recuperación -primer trimestre- de la producción petroquímica afectada por huelgas en 2015.

Otros sectores de actividad presentan un escenario más complejo en el corto plazo, incluyendo Siderurgia, automotriz y Metalmecánica -afectadas por baja demanda internacional y doméstica-, Papel y cigarrillos -orientados al mercado doméstico, con tendencia declinante-, y Minerales no metálicos asociados a la industria de la construcción -dado el freno observado en la obra pública-.

Como puede observarse, la recuperación cíclica depende de factores ligados a la buena fortuna (que se revierta el ciclo en Brasil o mejores cosechas) y a la coyuntura política (retorno de la obra pública electoral), pero el crecimiento de largo plazo de la industria habrá de requerir el retorno de la inversión de riesgo.

Por: Juan Luis Bour y Guillermo Bermúdez (*)

(*)Economistas de FIEL

FUENTE, INFOGRAFÍA Y FOTOS: Ámbito Financiero

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