EL GOBIERNO NACIONAL NO ESCUCHA A PRODUCTORES FRUTÍCOLAS, QUE SUPLICAN POR AYUDA

"En el Gobierno Nacional hay alguien que no está escuchando o no está entendiendo, pero el Alto Valle le da trabajo a 60 mil personas y esa producción está en peligro. Ya en la semana, en el puente que une Neuquén con Río Negro se tiraron 90 toneladas de peras y manzanas. No puede ser", sostuvo Edgardo Kristensen, integrante del Consorcio y Cámara de Productores de Cipolleti (Río Negro). 

La crisis de las peras y las manzanas, una economía regional patagónica, es otra prueba para el Gobierno macrista que hasta el momento no parece tener solución. Los productores frutícolas del Alto Valle de las provincias de Neuquén y Río Negro reclaman fondos para levantar la cosecha 2016, que ya comenzó, porque en caso contrario muchas manzanas y peras irán del árbol al suelo por no poder levantarlas.

"El gran tema de discusión" son los 300 millones de pesos que los frutícolas necesitan para levantar la cosecha 2016. En el 2015 fue "terrible", pero "este parece peor", dice el productor.

El Gobierno nacional no parece tener en la mira girar asistencia económica a los productores afectados que son aproximadamente un millar, a diferencia de 25 años atrás cuando había siete mil en esas condiciones.

Edgardo Kristensen, pertenece al Consorcio y a la Cámara de productores de Cipolleti (Río Negro), ciudad esta última donde tiene la chacra. Junto con su mujer son jubilados y con esos recursos pueden solventar la cosecha a pérdida para no cerrar la actividad.

En diálogo con NA, desde la capital de Neuquén donde reside y cruza a Cipolletti, graficó que el Estado "le dio paridad cambiaria para el que exporta y reembolsos para puertos patagónicos, pero esas mejoras de ninguna manera llegan al productor que lo único que quiere es recursos económicos para recoger su fruta".

En ese marco, se mostró consternado por la "gente con hambre y necesidades alimentarias que hay".
El Valle, como le dicen, tiene una historia de 100 años de fruticultura, pero en los últimos 20 años se produjo un desfinanciamiento del sector. Los productores desisten, abandonan y como dijo este dirigente, sus hijos "difícilmente quieran seguir en algo sin rentabilidad".

Algunos cálculos estiman que se necesitan 1.200 millones de pesos para salir de la crisis en su totalidad y no alcanzaría con líneas crediticias porque la situación comprometida de los productores provoca que no estén en condiciones de acceder a préstamos bancarios.

Un síntoma del conflicto, además de las fotos que generosamente dan vuelta con miles de kilos coloridos de peras y manzanas arrojados en rutas y vías ferroviarias, fueron los cosechadores de Tucumán, que todos los años llegan al Valle patagónico para trabajar en la campaña, muchas veces enviados por el mismo Gobierno tucumano, que este 2016 tuvieron que regresar en su mayoría porque no había cómo pagarles.

"En diciembre de 2015 terminé de cobrar 1,10 el kilo de fruta y por cada kilo que entregué perdí 2.50 pesos. Se hace difícil entender como en los supermercados de nuestra misma zona el consumidor paga entre 20 y 30 pesos el kilo, es injustificable, porque con el empaque, el frío lo que necesita el procesamiento se irá a 10 pesos como máximo el kilo", dijo Kristensen a NA.

Para él, "los productores son los grandes perjudicados porque los transportistas y los cajones para empacar la fruta, han subido el 40% y el Estado nacional está cobrando el IVA (por lo que) cuando se vende el kilo de fruta es el gran beneficiado".

Este patagónico maneja con soltura los números de la producción frutícola del Alto Valle, pero no alcanza a "comprender por qué el Gobierno no nos ayuda y en cambio le quita las retenciones a la minería".

"Hay una situación de desamparo, creo que acá alguien no entiende lo que nos sucede. Los colegas productores tiraron 90 toneladas de peras de buena calidad. La responsabilidad la tiene el Gobierno nacional, se debería hacer una campaña televisiva para incentivar el consumo de frutas y verduras", señala.

La producción en la zona está estimada en 1.5 millón de toneladas entre peras y manzanas aproximadamente, pero quizá sea menos este año porque hubo mucha helada y granizo.

De la manzana, el 25% se consume en el país, 25% va para la exportación, el 50% restante lo utiliza la industria para fabricar un jugo que después se exporta.

En tanto, de peras, el 50% se vende al exterior mientras que al igual que ocurrió con la manzana, el consumo de pera en el país ha descendido, no llega a las 100 mil toneladas, son 2 kilos por habitante, por año, lo que significa una cifra muy baja.

"En Europa hay países que comen 30 kilos de manzanas por año, por persona, es un rol del Estado comunicar que es sano comer frutas y verdura", manifestó el referente a Noticias Argentinas.

Mientras tanto, los productores de peras Williams, Packham, D'anjou y las manzanas Red Delicious están en un corset y con la sensación de que en los ámbitos de decisión o no los escuchan, o no los entienden. En las cámaras de frío queda todavía el 30% de la cosecha 2015 sin vender.

"Las gestiones se han ido realizando, hay que avisarle al presidente Mauricio Macri que dijo que no iba a quedar fruta sin cosechar, y ya está quedando la de 2016", concluyó Kristensen, pero antes destacó: "en mi zona el 50% de las chacras están abandonadas".

FUENTE: NA - Noticias Terra - Periodismo365 - Imágenes Ilustrativas

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