ADVIERTEN QUE PODRÍAN DESAPARECER LA MITAD DE LOS CRIADORES DE CERDOS

Por la quita de retenciones al maíz calculan que ya cerraron el 10% de los criaderos de cerdos y podrían desaparecer más de la mitad. Además, hay temor por el avance de Brasil Foods.

Los productores porcinos atraviesan una delicada situación desde la quita de retenciones al maíz y la apertura de importaciones de pulpa de cerdo desde Brasil y Dinamarca. Además del impacto por la suba de precios del combustible, la energía eléctrica y el gas y la baja en el consumo interno, según informó La Política On Line.

Todos estos elementos convirtieron a la producción de cerdos en una actividad poco rentable y calculan que más del diez por ciento de los chacareros dedicados a la porcicultura cerraron y los frigoríficos redujeron personal.

"La realidad es para pegarse un tiro", explicó Germán Colel, productor porcino de Peyrano, sur de Santa Fe. Según Colel, la suba del maíz volvió poco competitiva a la actividad ganadera. "Ahora te conviene vender el maíz y no producir carne. Al grano lo cosechás, lo llevás y lo cobrás en 6 días, en cambio al cerdo lo tenés que engordar durante seis meses y hoy no cubrís los gastos", se quejó el pequeño productor, que aventuró que "si seguimos así, el cincuenta por ciento va a tener que cerrar".

Similar panorama planteó Pedro Peretti, productor y ex dirigente de Federación Agraria, quien consideró que las medidas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri "reprimarizaron la economía al sacarle las retenciones de forma indiscriminada al maíz que es la columna vertebral de la agroindustria porque de él depende el chancho, los lácteos, la agricultura".

"Hoy el negocio es hacer maíz en grano y venderlo como tal", explicó Peretti. A su vez, apuntó a la baja del consumo del mercado interno: "Cuando Guillermo Moreno cerró la importación los productores pudieron desarrollarse, el consumo aumentó de cuatro a diez kilos por cápita, ahora cayó de nuevo abruptamente".

De hecho, en el mercado el precio de la carne de cerdo aumentó significativamente y su valor ya casi no difiere de la vacuna. "Eso pasa porque la gran diferencia la hacen los del medio", se quejan los productores.

Víctimas del dumping

Es que con la liberación de las importaciones, Argentina volvió a comprar pulpa a Brasil y Dinamarca. "Los frigoríficos compran la pulpa de cerdo a Dinamarca que sale 50 pesos el kilo puesta en Buenos Aires, un valor irrisorio que solo lo explica el dumping", dijo a este portal Ivan Camats, presidente comunal de Máximo Paz. "Mandamos el maíz a 15 mil kilómetros, en Dinamarca le dan de comer a los cerdos y los traen de vuelta para acá", ilustró Camats.

Esta situación está produciendo un efecto en cadena que afecta a varios eslabones del sistema productivo. "En la fábrica de chacinados de la zona donde se faenaban 180 animales por semana ahora sólo procesan 50 porque compran la pulpa", afirmó Camats.

A su vez, en la localidad de Máximo Paz hay un matadero cooperativo con 180 productores asociados de los cuales, en lo que va del año, 15 ya han desistido de seguir engordando animales y han cerrado. "Se resintió toda la cadena de producción", explican.

"Están cerrando y dejando gente en la calle. Los dos o tres empleados que tiene cada criadero se convierten en desocupados. Es mucho para nosotros que tenemos una población de 3.500 habitantes", manifestó el jefe comunal.

En el frigorífico Alcorta también sintieron el cimbronazo y según pudo averiguar este medio, ya echaron a diez operarios, la mayoría depostadores, que al comprar la pulpa procesada fueron desafectados de sus funciones.

Dos modelos en pugna, la amenaza de BRF

Tanto los productores consultados como el intendente de Máximo Paz coincidieron en la importancia de sostener a los pequeños productores que en su mayoría son dueños de no más de 70 hectáreas.
"En Máximo Paz tenemos 200 chacareros y venimos de un proceso de diversificación de la producción pero con la caída del consumo interno esa producción no se está vendiendo", sostuvo el jefe comunal Ivan Camats.

Según explicó Camats, la zona comprende 30 mil hectáreas productivas "que tranquilamente la podría trabajar una sola empresa y no las 200 familias que hoy viven aquí".

Es que la zona está considerada una de las más ricas del mundo y a tan solo 80 kilómetros de los puertos, una ubicación privilegiada. Sin embargo, los mismos atributos pueden convertirla, según el intendente, en el objetivo de grupos económicos internacionales: "pueden venir por nuestras tierras" alertó.

"Si nos regimos por el eficientismo y ponemos a la economía por encima del ser humano, nosotros como pueblo seríamos ineficientes. Con una población de 3.500 habitantes somos un pueblo ineficiente con ese criterio porque tenés que mantener escuelas, comisarías, salud", indicó. "Sería mejor, para el mercado, que nos corran, nos manden a vivir a una zona marginal de Rosario y una sola empresa pueda producir soja en toda la extensión, en el casco urbano, los caminos rurales y nosotros no tendríamos razón de existir", agregó.

Es que para el sector productivo la amenaza principal se presenta con la posible instalación de gigantes de la industria alimenticia como Brasil Foods BRF, la quinta productora a escala mundial que ya posee criaderos en Buenos Aires, Córdoba y algunos en Santa Fe, y que podría apuntar a extender la producción de carnes de chancho.

De concretarse la ampliación del conglomerado que produce SADIA, Paty, Bocatti y Vienísima, desplazaría a los pequeños productores. "Estas grandes empresas verticalizadas hacen peligrar a nuestros pueblos", afirmó un productor local.

Criaderos como el que Frigorífico Paladini montó en San Luis, con capacidad para producir más de dos mil madres, sólo requieren de una muy baja cantidad de mano de obra. "Tienen a dos tipos laburando, mientras que nosotros, para producir esa cantidad tiene que trabajar todo el pueblo", afirmaron.

FUENTE Y FOTOS: Infocampo - Periodismo365

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