Tras el cierre de la Clínica Maciel SRL, de la localidad homónima, la población de este corredor de la ruta 11 que se extiende desde Rosario a Santa Fe, quedó desprotegida de efectores con internación y/o cirugías
La Clínica Maciel SRL, de la localidad homónima, cerró ayer sus puertas comunicando tal decisión a sus empleados, a los que consideró cesanteados. “Ante la grave situación económica y financiera que actualmente está atravesando la empresa, y dada la imposibilidad de continuar con la actividad, se comunica el cierre total y definitivo de Clínica Maciel SRL”, señala un comunicado oficial emitido por los directivos del nosocomio.
Por un lado, este cierre significa la pérdida de 16 puestos de empleo, y por el otro, la merma del único servicio medicinal (privado) que poseía la población de Maciel, y también las localidades vecinas. De esta manera, aquel que necesite alguna atención sanitaria de urgencia y/o una internación e intervención quirúrgica, deberá trasladarse varios kilómetros hasta arribar a algún efector en Santa Fe o Rosario, o de mínima, Granadero Baigorria con su hospital escuela público.
El dato no es menor, ya que a ello se suma la falta de infraestructura ambulatoria para responder satisfactoriamente todas las urgencias. En otras palabras, faltan ambulancias. Una peritonitis que pueda sufrir un habitante de Puerto Gaboto, o una quebradura expuesta que tenga algún niño de Monje, deberán ser tratadas, indefectiblemente, en un nosocomio de Rosario, o de Santa Fe. Hasta ayer estaba la alternativa de Maciel (para alguno servicios), pero desde hoy, ya no.
Este cuadro responde, ni más ni menos, a la crisis por la que atraviesa el negocio de la medicina privada, en particular, el sector de prestaciones complejas dedicadas a internaciones, terapia intensiva y quirófano.
No es algo nuevo, al menos para la región, que es testigo del cierre sistemático de clínica tras clínica durante los últimos veinte años. Para el caso, San Lorenzo es un buen ejemplo, pues de contar con tres sanatorios equipados con internación, quirófano y terapia intensiva (Clínica Sur, Clínica San Lorenzo -o Moreno- e Instituto Médico Regional), ninguno quedó en pie. Algo similar sucedió en Capitán Bermúdez, que alguna vez contó con dos nosocomios con similares características.
La actualidad muestra que la medicina privada apuesta a lo que se denomina “primer grado”, consistente en consultorías externas, y “tercer grado”, compuesto por servicios con alta tecnología tipo diagnóstico por imágenes.
En el medio, están las prestaciones que contienen internaciones y cirugías, consideradas económicamente deficientes y condenadas a concentrarse en los grandes sanatorios de las dos metrópolis de la provincia.
Respecto al cierre de Clínica Maciel SRL, una de las versiones aportadas por integrantes de su directorio, de acuerdo a lo informado por los delegados gremiales de los cesanteados, apuntó al Pami.
“Se les debía varios meses de prestaciones”, indicaron. Sin embargo, desde la obra social de los jubilados y pensionados negaron tal versión.
FUENTE Y FOTOS: SL24 - Periodismo365
