Los despachos descendieron, tanto en lo que respecta a combustibles líquidos como GNC, por eso los empresarios empezaron a recortar el trabajo de los playeros. Explican que se trata de una medida paliativa para ajustar los costos operativos en un contexto de derrumbe de la rentabilidad.
Los despachos de naftas y gasoil mermaron a nivel país aproximadamente entre un 12 y 15 por ciento, y 4 por ciento en el caso del GNC. Así se desprende de un estudio que mide el período Enero- Mayo en relación al año pasado elaborado por la Confederación de Empresarios de Combustibles y Afines de la República Argentina (CECHA).
En este escenario, Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) advierte que “hay locales que están suspendiendo personal”, principalmente en la zona del Gran Buenos Aires, donde los precios son más altos que en Capital Federal y la caída del consumo se sintió en hasta un 20 por ciento.
Lo primero que observa el empresario es que las Pymes están utilizando menos empleados en la playa de carga. Incluso al punto que suelen también ser responsables de la atención en el mini-mercado. “Se está reduciendo la planta laboral a una persona por turno. Antes, generalmente cuando se vendía más de 100 mil m3 había dos personas”, compara.
De a poco, el representante de los comercios sin bandera explica que se da comienza a un proceso de flexibilización que indirectamente terminará afectando en las pretensiones salariales de la paritaria prevista para septiembre. “Hoy las estaciones de GNC no llegan a cubrir los costos”, advierte García. Hace hincapié en los 9 pesos por metro cúbico que reflejan los surtidores.
“Si el gobierno no encuentra una solución razonable va a haber una pérdida millonaria en instalaciones y equipos. Todo lo que está instalado sirve sólo para vender GNC, no se puede rescatar nada”, señala García, cuando un establecimiento baja las persianas.
No sólo el gas en boca de pozo y los impuestos llevaron a esta situación según el empresario: “el cambio de correas del compresor lo pagábamos tres mil pesos y ahora los presupuestos marcan 12 mil”. La energía eléctrica, asimismo, escaló para algunos operadores de 6 mil a 40 mil pesos. “Tal vez esta situación que atraviesa el sector sea más grave de lo que pasó en líquidos en los últimos 10 años”, compara.
En este escenario, el dirigente reclama a las cámaras empresarias que actúen con carácter de urgencia: “deberían salir en forma inmediata a tratar el tema con las autoridades porque estamos a punto de quebrar”.
FUENTE Y FOTOS: Surtidores - Periodismo365
