Menos de un mes después del primer cacerolazo masivo de la gestión de Mauricio Macri contra el aumento abrupto en las tarifas de los servicios públicos, un segundo “ruidazo” estalló en distintos puntos del país. Con múltiples lugares de convocatoria tanto en Capital como en el Conurbano y a lo largo de todo el mapa nacional, el estruendo con cacerolas, aplausos, bocinas y silbatos comenzó alrededor de las 20.
En el centro porteño, en torno al Congreso y a la sede de Madres de Plaza de Mayo, una multitud que ya estaba presente en la calle para acompañar a Hebe de Bonafini tras el intento de detención por orden judicial y se adhirió luego a la protesta con ruido. El reclamo empezó a hacerse sentir tanto en las grandes capitales del país –Mendoza, Córdoba, Rosario- como en distritos más pequeños, que hicieron circular las imágenes de sus manifestaciones a través de las redes sociales.
Llamaba la atención también que la protesta crecía en lugares donde el macrismo tuvo excelentes resultados electorales, como Córdoba y Mendoza. También en barrios porteños que concentraban mucho voto PRO, como Palermo y Caballito. Además, se sumaron reclamos de taxistas y comerciantes, que adhirieron a las quejas de los vecinos y militantes.
La protesta comenzó horas después de que la Cámara Federal de La Plata ratificara su dallo de primera instancia, determinando que el incremento a las tarifas de gas continúe suspendido en todo el país.
La cuestión de fondo quedó en la órbita de la Corte Suprema. En cuanto a las facturas de luz, tras el fallo del Juzgado Federal de San Martín que frenó el tarifazo eléctrico la distribuidora Edesur emitió un duro comunicado advirtiendo que si no les permiten aumentar las tarifas podrán verse afectadas "las cadenas de pago" a proveedores y "el plan de inversiones en obras actualmente en ejecución".
FUENTE Y FOTOS: Política Argentina - Periodismo365
