PROMESA INCUMPLIDA: NO BAJAN LAS RETENCIONES A LA SOJA Y SE ENRARECE LA RELACIÓN DEL GOBIERNO CON EL CAMPO

El Gobierno nacional analiza no bajar el 5% de retenciones a esta oleaginosa en 2017. El titular de CRA advierte sobre la “peligrosidad” de la medida y lanza quejas. Hay casi 17 mil millones de pesos en danza. Actualmente, el sector sojero paga 30% de retenciones. En diciembre de 2015, cuatro días después de su asunción, Macri anunció la quita de este gravamen a todas las producciones y una rebaja gradual de 5 puntos por año para la soja. Por las promesas incumplidas, los ruralistas le cambian el tono a Macri: "Vulnerar promesas es un acto grave", advierten.

El  secretario de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui aseguró que es “muy poco” el margen para seguir reduciendo ese impuesto. Paralelamente, los dirigentes del agro presionan asegurando que “hay productores que se caen del sistema sin estos cambios”.

El Gobierno nacional pareció dar por terminada la promesa de continuar bajando las retenciones a la soja hasta eliminarlas, lo que podría reconfigurar la relación con el agro, el sector en el que la actual administración tiene mayores niveles de aprobación.

“El margen para seguir bajando impuestos es muy poco. Vamos a ver ese tema, pero tenemos que mostrar un camino hacia el equilibrio”, dijo el secretario de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, hombre fuerte en las decisiones economías del Gobierno, sobre la promesa de seguir bajando cinco puntos porcentuales al año las retenciones a la soja.

El funcionario fue un poco más allá. Afirmó que “la necesidad de tener un equilibrio fiscal tiene que ver con mostrarle al mundo que Argentina no va a volver a recorrer el camino que tuvo con la deuda y el déficit”.

De esta forma, el Gobierno dio casi por cerrado el tema, cuando se aproxima la siembra de soja y los productores empiezan a hacer los primeros cálculos.




Diciembre del 2015 en Pergamino: Macri hizo importantes anuncios para el campo; retención cero para todos los cultivos.

En campaña, Macri había prometido eliminar las retenciones al trigo y maíz y reducir paulatinamente las de la soja a razón de un 5 por ciento por año. Hizo efectiva su promesa en uno de los primeros actos de su gobierno y, así, le devolvió al sector agropecuario parte del importante apoyo que recibió en las urnas.

El plan contemplaba, además, una baja adicional de cinco puntos al año para la soja, hasta dejar al mayor cultivo del país con 15 por ciento de impuestos en concepto de derechos de exportación para 2019, lo que está complicándose frente a un escenario de caída de recaudación, elevado déficit fiscal y el mayor gradualismo aplicado a la quita de los subsidios energéticos luego del traspié con la Corte Suprema.

PROBLEMAS DE CAJA 

En concreto, la nueva baja implicaría un costo fiscal, a precios actuales, cercano a mil millones de dólares en el presupuesto del año que viene (según datos de Ieral), lo que profundizaría los problemas fiscales, con un déficit primario para 2017 que el Gobierno estima en 4,2 puntos del PBI.

En julio, durante la Exposición Rural, en charlas informales el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaille, le quitaba importancia al tema, pero la dinámica del escenario económico y político volvió a poner sobre la mesa un asunto que podría complicarle la relación con las entidades de productores y la campaña legislativa en su provincia, Formosa.

UN DOLOR DE CABEZA PARA EL MINISTRO

Durante el tradicional encuentro del campo en Palermo, que funcionó como una caja de resonancia de la buena sintonía entre los productores de la zona núcleo y el Gobierno, Buryaille insistió en que Macri iba a cumplir su promesa de campaña.

Inclusive, la semana pasada fue más allá: presionó al Ministerio de Hacienda y a los funcionarios económicos de la Jefatura de Gabinete, como Lopetegui y el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana. "Para nosotros, las retenciones deben desaparecer; hicimos un compromiso de que en nuestro gobierno íbamos a bajar 20 puntos y lo vamos a hacer", dijo.

Con la posibilidad casi descartada de cumplir la promesa, se abre un nuevo frente de conflicto para Buryaille, que por ahora sólo debía atender la crisis de lechería y de las economías regionales, pero pocos reclamos de los productores más tradicionales.

PASO EN FALSO

Si bien ningún dirigente quiere salir a poner la cara en un reclamo, por lo bajo los productores de soja no esconden su fastidio. Los más comprometidos son los de las regiones del Norte, que tienen altos costos de logística y menos rindes que el resto.

El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, insistió en que “hay productores que se caen del sistema sin estos cambios impositivos prometidos”, en tanto Omar Príncipe, reelecto esta semana en la conducción de Federación Agraria, planea hacer sumar el reclamo a la agenda de las economías regionales.

A la dirigencia rural se sumó incluso el senador por Entre Ríos y ex candidato a gobernador por Cambiemos Alfredo de Angeli, que dijo que “Macri tiene que cumplir con su palabra a los productores agropecuarios”.

Estos frentes amenazan la tranquilidad de la agenda de Buryaille, que ya piensa concentrar sus esfuerzos en lograr un buen desempeño electoral en Formosa, donde el Gobierno ya lo ve como senador.

Por los puntos a rebajar de las retenciones a la soja, el sólido tándem conformado por el gobierno de Mauricio Macri y el campo agroexportador transita por estos días una fase de tensos desencuentros que podría ocasionar futuros encontronazos. Y es que, mientras la administración amarilla analiza no quitar en 2017 el 5% del total que actualmente se grava a la exportación de dicha oleaginosa (en el marco de la reducción gradual que anunció el Presidente días después de asumir en la Casa Rosada), el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, advirtió que “vulnerar las promesas de campaña sería un acto grave”, por lo que llamó a “reflexionar” al jefe de Estado.

Esta puja se da en un contexto donde el Ejecutivo nacional no contempló en el presupuesto del próximo año la rebaja en cuestión, la cual, según cálculos de la Bolsa de Comercio de Rosario, le costaría al Estado 16.685 millones de pesos, cifra que podría incrementarse con el correr de los meses y las cotizaciones. En un reciente encuentro con autoridades de Coninagro, Macri comentó que estaría contemplando la propuesta de la Federación Agraria Argentina de crear un fondo rotativo de asistencia a las economías regionales que podría conformarse con parte de los 5 puntos de retenciones a la soja que no se quitarían.

Esto encendió la mecha de la discordia en los sojeros que ya desde julio pasado vienen apurando al Gobierno para que cumpla con la promesa presidencial. Aunque a algunas entidades había llegado la versión de un posible anuncio en este sentido por parte de Macri durante la inauguración oficial de la Exposición de la Sociedad Rural Argentina, lo cierto es que ese anuncio no llegó, pateándose el tema para el inicio de 2017, algo que ahora también se pone en duda.

CAMBIO DE TONO

Al marcar que sería un mensaje "peligrosísimo" a la sociedad no cumplir con esa reducción prometida, Chiesa cuestionó los beneficios impositivos que tienen el sector financiero, el minero y el vinculado a los juegos de azar. Así, y en declaraciones a radio Cooperativa, esgrimió un tono diametralmente distinto al que el sector venía deslizando al referirse al gobierno macrista: "Acá el que vive de rentas y el que se dedica a la joda no paga impuestos y el que trabaja, produce y se funde trabajando paga impuestos".

Y añadió en tal sentido: "Esto no es lo que votó la gente con Cambiemos y me parece que el Presidente debería reflexionar antes de tomar alguna decisión", para resaltar que el  empresario “que está afuera del sector agropecuario y que piensa traer la plata para invertir, está viendo si este gobierno es serio o es un gobierno más de lo mismo". Ante esto, vaticinó: "Se van a perder más de mil millones por una marcha atrás como esta".

Si bien adelantó el "unánime rechazo" de CRA a una medida de este tipo, sostuvo que "sería una irresponsabilidad" de su parte adelantar eventuales medidas de fuerza de su sector como señal de protesta: "Si yo dijera una cosa como esa valdría como una amenaza; el Gobierno sabrá lo que tiene que hacer y todavía hay instancias de diálogo como para que nos podamos entender", lanzó.

FUENTE Y FOTOS: LetraP - Periodismo365

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aceptamos todas las opiniones y críticas a nuestro trabajo, pero no se permiten los ataques personales en contra del medio y trabajadores de prensa, tampoco las opiniones que no estén relacionadas con el artículo en cuestión. Quien accione de ese modo será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.