CON LA PROMESA DE DISCUTIR UN BONO CON LOS PRIVADOS, EL GOBIERNO VOLVIÓ A CALMAR A LA CGT

Fijan $1.000 a jubilaciones mínimas y AUH y SAC hasta $15.000 sin Ganancias.

Pasaron los diez días acordados y finalmente ayer volvieron a juntarse el triunvirato de la CGT y los funcionarios del Gobierno para buscar una solución a los reclamos gremiales. El tan esperado bono de fin de año será de 1.000 pesos pero sólo para los jubilados que cobran la mínima y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo.

A los que cobren entre 5.661 pesos (la mínima) y hasta 6.661, se les otorgará el proporcional para que alcancen esa suma. Este beneficio alcanzará, según los cálculos oficiales, a 3,1 millones de beneficiarios.

Otro de los puntos del paquete, acordado durante la extensa reunión de cinco horas en el sindicato de Sanidad, será la exención de hasta 15.000 pesos del aguinaldo de diciembre a las remuneraciones en bruto de hasta 55.000 pesos. La estimación oficial es que 1,2 millón de trabajadores quedarán eximidos del Impuesto a las Ganancias.

La novedad más importante es que la semana que viene, el miércoles, seguirán las negociaciones con los sectores privados en una mesa que el Gobierno llamó “Diálogo para la producción y el trabajo”.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y uno de los coordinadores del equipo económico, Mario Quintana, fueron los encargados de llevar la propuesta oficial a la cúpula de la CGT, que integran Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.

Con este paquete, el Ejecutivo logró frenar por ahora cualquier posibilidad de paro nacional, como vienen amenazando los gremios. La expectativa está puesta ahora en la mesa tripartita que se hará la semana que viene al regreso del presidente Mauricio Macri de Roma, donde se verá con el papa Francisco.

“La CGT planteó incluir en la discusión una compensación para los trabajadores. Queremos que sea un proceso duradero y que implique un espacio de construcción de consensos”, explicó Quintana en una conferencia de prensa en la Casa Rosada junto a Triaca al finalizar la reunión.

Por ahora no hay ninguna posibilidad de que otorgar al bono a los estatales o la reapertura de las paritarias, dos ítems planteados por los sectores sindicales en el primer encuentro con el Gobierno.

Las deliberaciones se dieron en un clima de total hermetismo. Por una protesta de estatales tuvieron que trasladar la cumbre desde la sede del Ministerio de Trabajo, en Alem al 600, al edificio de Sanidad en la calle Dean Funes al 1200. No estuvieron Rogelio Frigerio (Interior), Alfonso Prat Gay (Hacienda), Francisco Cabrera (Producción), como en el anterior encuentro. El jefe de Estado, que no participó de la reunión, había adelantado el martes a su gabinete la propuesta oficial para llevar a la CGT con el objetivo de contener a los gremialistas.

Varios funcionarios nacionales veían advirtiendo sobre la escasez de la propuesta. El combo ofrecido ayer se hizo pensando “en la contención a los sectores con más dificultades”, según destacó Triaca.

Al finalizar el encuentro, la CGT confirmó que asistirá a la reunión convocada para el miércoles para discutir un bono de fin de año para el sector privado. Schmid, titular de Dragado y Balizamiento, dijo que “la semana que viene es clave” en las negociaciones con el Gobierno, y que de esa instancia saldrá “cuál es la resolución”. Por lo pronto, aceptaron postergar las ya postergadas medidas de fuerza.

El sector más combativo de la CGT que apuntaba a convocar a un paro no parece conforme con las medidas. Un pedido de la Iglesia dilató la posibilidad de una protesta. Hasta el miércoles habrá un impasse en las negociaciones. Los trabajadores estatales y privados deberán esperar al regreso de Macri del Vaticano para buscar una solución a estos dos sectores, afectados también por la inflación acumulada en 2016.

FUENTE Y FOTOS: Diario BAE - Periodismo365

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