Teresa Acosta y Daniel Díaz aún viven momentos de angustia e impotencia, con sólo pensar que un pitbull podría haber asesinado a su hija Rocío, de 9 años. “Si la agarraba del cuello, la mataba”, afirmó entre lágrimas su mamá en su domicilio de Calle 391, entre 4 y 9, del barrio John Kennedy, donde la víctima se recupera de las lesiones en el rostro. Los médicos le practicaron dos puntos de sutura, y de los varios dientes que le rompió de la feroz dentellada.
Finalmente, llegó la dueña del animal y logró que la soltara. La menor fue trasladada al Hospital Cepsi y la mamá de Rocío radicó la denuncia.
FUENTE Y FOTOS: Nuevo Diario - Periodismo365