Carteles de distintas inmobiliarias con la inscripción “Se Vende” pueden observarse desde la avenida 000. Los mismos fueron colocados en el alambrado perimetral de la cooperativa El Progreso. La entidad resolvió la venta de la usina desmotadora ante la imposibilidad de seguir desmotando algodón.
A esta decisión, semanas más tarde, se sumaron las cooperativas La Unión y Sáenz Peña con un achicamiento en toda su estructura de acopio y producción para poner al día los salarios de más de 200 trabajadores y conciliar deudas con acreedores. Las tres entidades, con la venta de maquinarias y terrenos buscan salir del estado de quebranto y crisis terminal.
La cooperativa El Progreso inició el camino del desguace de sus instalaciones con la venta de la desmotadora a una firma de Santiago del Estero. Luego, el Consejo de Administración resolvió el alquiler de todos los locales que dan sobre la avenida 9, la venta de la esquina de 000 y 9, y ahora puso en venta todos los terrenos que servían de playa de acopio de fardos de fibra de algodón y se ubican sobre calles 000 y 15.
Entre las causales de semejante crisis de las tres cooperativas del centro chaqueño, se analizan la escasa transparencia en la comercialización de algodón, los bajos precios pagados al productor, una fuerte incidencia de costos tras el ingreso del picudo, pérdidas productivas por condiciones climáticas adversas y la ausencia de políticas empresariales y de contención del asociado cooperativo que con los años optó por entregar la producción al acopiador privado.
CRISIS SIN PRECEDENTES
El año 2016 no termina de la mejor manera para quienes participaban en la cadena algodonera con la salida del esquema de trabajo y producción de las tres cooperativas de Sáenz Peña, en lo que se considera una crisis sin precedentes en la ruptura de los efectos multiplicadores que otorgaba la producción algodonera en el departamento Comandante Fernandez.
Las estimaciones de técnicos del sector dan cuenta que la falta de respuestas activas a esta crisis, significará la pérdida directa de más de 200 trabajadores y operarios eventuales. La cadena de transportes “de arrime” que daba trabajo a cientos de camiones está totalmente desarticulada. Además, un importante parque de maquinarias algodoneras están siendo mal vendidas por parte de productores y contratistas.
AÚN ASÍ, TODAVÍA ALGUNOS INTENTAN MANTENER EL NOMBRE DE "CAPITAL NACIONAL DEL ALGODÓN"
Y una cantidad indeterminada de trabajadores, peones, cargadores y productores que desaparecen de la escena del trabajo y la sociedad en la que, algunos intentan mantener el nombre de Capital Nacional del Algodón, con una mirada tan pequeña que se agota en lo festivo, nada más, sin haber asociado a estas festividades foros de debate, demandas activas de respuestas políticas y ámbitos participativos que permitieran sostener al algodón como eje y emblema – y de hecho lo fue por décadas – de esta región.
FUENTE, MULTIMEDIA Y FOTOS: Primero Chaco
