La pena más alta la recibieron Carlos Pacheco, María Hilda Calabrese y Florentino Dante Niemiz, a quienes se aplicaron 20 años como organizadores de la banda que traficaba la droga desde pistas clandestinas en las estancias Santa María del Aguapey y Santa Úrsula, de la mencionada localidad.
Además, fueron condenados a 16 años de prisión el ciudadano boliviano William Hurtado Suárez, el brasileño Edison Alvez Dzwieleski y el peruano Gabriel Pirro Mori, como responsables del transporte de la droga, en tanto José Alberto Velazco y Horacio Rubén Acosta fueron sentenciados a 10 años cada uno por el delito de Asociación Ilícita.
Asimismo, recibieron condenas a 8 años de prisión los imputados Osvaldo Jorge Villán y Carlos Alberto Pereyra, por su rol como responsables del transporte en el marco de la Asociación Ilícita, y fue absuelta la cocinera de la estancia Santa María del Aguapey, Noelia Rocío Brítez.
Por este fallo, 7.000 hectáreas de campo pasarán a integrar el patrimonio del Estado nacional. El fiscal federal fue el formoseño Carlos Schaefer. La sentencia, dictada esta tarde por los jueces Víctor Antonio Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Ceroleni, se ajustó al pedido formulado en su alegato por el fiscal del debate, Carlos Schaefer, y contempló además el decomiso de las aeronaves, los campos en los que se hallaron las pistas clandestinas y la inmediata detención de los condenados.
Por otra parte, el Tribunal fijó multas de hasta 18.000 pesos para los imputados.
De los diez condenados, Pacheco, Calabrese, Velazco, Pereyra, Villán y Acosta permanecían en libertad porque habían sido excarcelados durante la investigación, pero hoy fueron detenidos y dotaciones de la Prefectura Naval Argentina y del Servicio Penitenciario Federal se ocuparon de su traslado a prisión. Los fundamentos de la sentencia serán dados a conocer en una audiencia que se realizará en el tribunal correntino el 25 de abril próximo.
El operativo denominado “Ciervo Blanco” fue llevado adelante por la Gendarmería Nacional el 14 de noviembre de 2013 en Santo Tomé, a 400 kilómetros de la capital correntina, donde se secuestraron 329 kilos de cocaína de máxima pureza en aviones que llegaban y partían desde Perú, Bolivia, Paraguay y Brasil y luego era distribuida también en aeronaves.
La droga provenía de Bolivia y fue hallada en un avión Cessna 200, que apenas aterrizó fue rodeado por unos 30 gendarmes que llegaron al lugar escondidos en un camión térmico. En aquel momento, el Fiscal federal a cargo de la pesquisa, Benito Pont, confirmó que se trataba de una banda transnacional, ya que entre los detenidos había ciudadanos de cuatro países.
FUENTE Y FOTOS: Noticias Formosa
