POR LA CRISIS, SE MULTIPLICAN LOS CLUBES DE TRUEQUE EN EL CONURBANO BONAERENSE

Cada vez son más los vecinos que se acercan a estos espacios en busca de alimentos. Una clara muestra del difícil momento que atraviesa el país.

Como consecuencia de la crisis económica que azota a nuestro país, numerosos vecinos del conurbano bonaerense y La Plata se agruparon y formaron clubes de trueque en distintos barrios. Tal y como viene informando el diario Hoy, esta práctica, fiel reflejo de las necesidades que actualmente sufren muchas familias, se reproduce en Los Hornos, Lisandro Olmos, San Carlos y El Churrasco.

La modalidad es similar en todos estos sitios: el canje permite intercambiar ropa nueva y usada, artesanías, productos elaborados, alimentos, muebles, electrodomésticos y hasta juguetes sin la necesidad de pagar con dinero, todo con el objetivo de hacerle frente a la inflación y buscar la forma de subsistir.

En El Churrasco (La Plata), específicamente en 115 y 522, funciona un club de trueque al que asisten frentistas del barrio y también de otros lugares de la región. “La iniciativa surgió con un grupo de vecinos cuando empezamos a ver las necesidades de la gente. Además de esto, ya hace algunos años que en el barrio hay un comedor al que asisten más de 40 chicos de hasta 17 años. Realmente no alcanza, las necesidades que hoy atravesamos los vecinos son inmensas”, explicó a este medio Paula Reinaldi, una de las organizadoras de la iniciativa. “La primera vez que lo hicimos vinieron 30 personas y ahora cada vez viene más gente. Lógicamente, lo que más se llevan son fideos, azúcar, leche y pañales. Vienen muchas mamás y también mujeres embarazadas”, detalló.

El trueque se realiza de manera quincenal, de 14 a 18, aunque la idea es poder hacerlo cada domingo del mes. “Además de los vecinos de acá (El Churrasco), también vienen personas de Ringuelet, de las barriadas que tenemos alrededor y El Mercadito. Esto se ha ampliado mucho, incluso viene gente de Villa Argüello”.

En cuanto al modo de trabajo, Paula explicó que “para participar y poner su puesto, el vecino tiene que traer cualquier alimento no perecedero, por el cual se le da un número. Al final del día, hacemos un sorteo y el ganador se lleva todo lo que se ha recolectado”. Al igual que en otros lugares de la ciudad, el valor de los productos no puede superar los 100 pesos. “La idea es ayudarnos entre todos y que cada uno se pueda llevar algo para comer a su casa. No pedimos plata, solo buscamos tener algo que comer en el día a día”.

A diferencia de lo que ocurría a fines de los 90 y que se potenció en plena crisis de 2001, cuando este método se popularizó a lo largo y ancho de todo el país, ahora las redes sociales juegan un papel fundamental y es en los grupos de Facebook donde comienza la organización. “Tenemos una página que se llama Mercadería Tolosa, ahí la gente publica las cosas con anticipación y todo es mucho más fácil. Ayuda a la organización, ya que para el domingo la gente va y busca lo que pactó”.

Algo similar se llevó adelante en la misma red social, donde se creó un grupo identificado como Canje por mercadería La Plata, el cual ya tiene más de 10.000 miembros, todas mujeres. En este caso, la iniciativa es mitad virtual y mitad presencial, ya que si bien se organiza a través de Facebook, los intercambios se realizan cada miércoles y sábados en el barrio San Carlos.

Consecuencia de las políticas económicas impuestas por el macrismo, la crisis que hoy padece la Argentina revivió escenas del pasado, que se repiten en más de una veintena de ciudades del país. Al igual que en 2001, el truque aparece como una alternativa solidaria entre los vecinos para paliar la grave situación en un país golpeado por los altos niveles de desempleo, el incremento de las tarifas, la recesión, el estancamiento y la inflación.

En Lisandro Olmos también se organizaron 

Los vecinos de Lisandro Olmos también crearon su espacio para hacerle frente a la crisis y, a través del canje de alimentos y demás productos, llegar a fin de mes. En este caso, el club de trueque está ubicado en 53 entre 191 y 192, y es organizado por tres frentistas de la cuadra. “El que quiera acercarse o ayudar, siempre es bienvenido. Además del trueque de alimentos y mercadería, hacemos rifas todos los meses para subvencionar los baños químicos”, explicó Laura, una de las organizadoras. “Se acerca gente de Abasto, Etcheverry y de Ruta 2. Los mismos vecinos nos ayudan a organizar la copa de leche todos los sábados, les damos la merienda a los nenes, festejamos sus cumpleaños”, agregó.

En este marco, otra administradora, Daiana, detalló que “son muchas las carencias de las mamás, por eso decidimos ayudarlas a llevar un plato de comida a su casa”.

Al lugar solo van mujeres y niños, la gente acomoda su manta en un predio y exhibe sus productos. “Antes era mantera en las plazas, pero ahora empecé a participar acá porque no tengo otro ingreso”, explicó Karina, una de las mujeres que participa cada fin de semana. “Canjeamos todo entre nosotras, no hay plata pero nos llevamos mercadería. Muchos dirán que no hay necesidad, pero la clase baja o media, que por ahí tenemos algo de ropa que no usamos, tenemos esta forma de pelearla. La situación está complicada”, concluyó.

“Muchas familias han perdido la fuente de ingreso”

El dirigente platense Gonzalo Atanasof hizo referencia a la delicada situación económica de la región y, en particular, de algunos barrios. “Muchas familias han perdido la fuente de ingreso y hoy ya carecen del sustento mínimo”, explicó el exconcejal, y se refirió específicamente a lo que ocurre en El Churrasco: “Es uno de los barrios más significativos, con 150 años de historia en la ciudad, pegado a nuestro Mercado Regional. Hoy reclama volver a las fuentes de su historia: trabajo y opciones de progreso”.

Atanasof recorrió las calles de la ciudad y visitó a familias y organizaciones sociales que brindan acompañamiento a niños en situación de riesgo. Con respecto a esto, el dirigente sostuvo: “Hoy nos dan un diagnóstico certero y doloroso sobre el impacto de decisiones de política económica totalmente dañinas, pero también sobre el abandono de quienes más cerca deben estar con servicios básicos en un barrio, desde el relevamiento de necesidades básicas hasta el patrullaje en prevención de delito o la higiene urbana”.

Además, Atanasof consideró que las ferias de trueque reflejan el grave deterioro de la ciudad y la voluntad de los vecinos por mejorar.

FUENTE Y FOTOS: Diario Hoy


Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aceptamos todas las opiniones y críticas a nuestro trabajo, pero no se permiten los ataques personales en contra del medio y trabajadores de prensa, tampoco las opiniones que no estén relacionadas con el artículo en cuestión. Quien accione de ese modo será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.