La señora contó que hace dos meses están cocinando en el barrio Ginés Benítez en calle 9 y 30 debido a que muchas familias necesitan un plato de comida. En forma improvisada se instalaron en la parte trasera de lo que iba a ser el Parque Tiro Federal, que quedó abandonado. Allí hay algunas estructuras que hacen las veces de asiento para que las familias puedan comer sentadas.
Explicó Zunilda que todo lo hacen a pulmón, cocinan en la calle y reciben la colaboración de otras mujeres de la Iglesia como así también de algunos jóvenes del barrio que se acercan a colaborar con ellas. En cuanto a los ingredientes y utensilios que necesitan reciben de la Iglesia Jesús es el Señor, de de Acción Social del municipio y semanalmente preparan entre 60 y 70 raciones. Muchas familias comen en la calle, en el mismo lugar donde se cocina pero otras vienen a buscar el alimento y lo llevan a sus casas.
“Vimos la necesidad de poder hacer esta comida una vez o dos veces por semana a la noche porque vimos que hay necesidad en el barrio, hay muchos madres solteras con niños pequeños que necesitan todo tipo de ayuda, no solo alimentos sino también calzados, abrigos y nosotros creímos que esta era la mejor manera de poder cubrir parte de sus necesidades”, dijo Zunilda Silva al tiempo que solicitó la colaboración de la comunidad para ayudar a estas familias más necesitadas.
Por otro lado comentó Zunilda que muchos vecinos del barrio quedaron sorprendidos porque no pueden creer que una mujer pueda sola con esta iniciativa, pero la idea es que los vecinos, la comunidad de Sáenz Peña pueda ayudar, que ellos vengan y estén con los chicos, porque no solo necesitan el alimento que llena sus panzas sino el amor de la gente, que se preocupen por los niños porque muchas veces nos quejamos de los chicos que salen a robar, pero si todos nos ocupamos un poco de ellos vivirían de una manera distinta”.
La concejal Vilma Sluzar visitó este comedor improvisado y se mostró sorprendida por la iniciativa de Zunilda y otras mujeres que la acompañan quienes sin importarle el lugar donde estaban, nada apropiado para trabajar igual decidieron seguir adelante.
A la concejal le explicaron lo que están haciendo y solamente le solicitaron la posibilidad de que se limpie el lugar donde comen estas familias porque está rodeado de pastizales altos, además de poder colocar algún tipo de iluminación porque a la noche, a la hora en que se sirve la comida están completamente a oscuras. También pidieron “un techito” para cubrir a las familias que cenan ahí cuando llueve “no contamos con ningún resguardo”, dijo Zunilda Silva.
“Estoy admirada por este gesto que tiene este grupo de mujeres que se dedican a cocinar a más de 50 familias todos los miércoles. Nosotros nos pusimos a disposición para poder colaborar dentro de nuestras posibilidades con todo lo que necesita. Ella me contaba de algunas necesidades esenciales como el corte de los pastizales para seguridad, algo de iluminación y también alguna cobertura para los días de lluvias”.
FUENTE Y FOTOS: Diario Chaco
