Se supone que las llamas o el arco voltaico llegaron a alcanzar al chico que estaba a escasos metros del lugar, y esto le produjo graves quemaduras, pero además, la fuerte descarga eléctrica, dejando a Agustín en estado de gravedad.
Los vecinos que estaban en el lugar llamaron inmediatamente a la ambulancia del hospital, que llegó cuando el niño era trasladado en un vehículo particular. De todas maneras el menor fue trasbordado a la ambulancia donde los facultativos le efectuaron reanimaciones cardiopulmonares, pero lamentablemente llegó al hospital sin signos vitales.
Testigos comentaron que el niño habría estado jugando con algo que pudo haber arrojado al transformador -aunque no estarían seguros-, y fue ahí cuando se produjo la explosión del mismo, ocasionando “una gran luz, y un estruendoso ruido, como la caída de un rayo”, explicó una vecina.
“Para la fatalidad y el destino nunca falta”, dijeron, pero “nunca nos imaginamos que el niño por haber arrojado algo parecido a una soga, ocasionara tal desgracia”, comentaron las consternadas vecinas, que no salían del asombro y la tristeza por lo sucedido al niño, que se lo veía jugar todos los días con otros pequeños del lugar.
Tomo intervención en el hecho el Gabinete Científico del Poder Judicial, y la Fiscalía Nº3 de Marcelo Soto.
FUENTE Y FOTOS: Norte
