La noticia empezó a tomar repercusión a partir de las declaraciones de Enrique Bracalentti (secretario general de la UOYEP seccional Laferrere) “Los empleados -tanto operarios como administrativos y tercerizados- de la planta ubicada en La Tablada se enteraron de la noticia a raíz de un correo que la empresa envió a sus clientes y proveedores en las últimas semanas”.
A partir de esa situación, el sindicato contó que accedió a un documento que la propia firma presentó en el Ministerio de Trabajo nacional en que “hablan de las pérdidas que tuvieron en los últimos meses y aseguran que es inviable seguir funcionando”.
En ese marco, Bracalentti aseguró que la situación se venía gestando desde hacía tiempo. “Seis meses atrás, desarmaron el directorio y, hace unos 70 días, se llevaron muebles a Chile. Entendimos que eran movimientos raros, entonces bloqueamos la salida de herramientas y materia prima e hicimos la denuncia por presunto vaciamiento de empresa. Pero como todo esto sucedía al mismo tiempo que la represión en PepsiCo, evidentemente frenaron para que no se arme tanto escándalo”.
Rodear de solidaridad a los trabajadores de Nicoll
Primero despidieron a más de 20 contratados, al mismo tiempo que en las plantas de Uruguay y Chile comenzaron a tener una demanda superior a la normal. La empresa Nicoll tenía pasantías con la Universidad de La Matanza, algunos pasantes provenientes de la UNLaM ya fueron notificados de sus despidos. En ese contexto, piden al Sindicato que llame a un paro de todo el gremio para ponerse a la cabeza de la defensa de los puestos de trabajo, evitando el cierre definitivo de la planta.
En una localidad donde históricamente se sufren constantes problemas por falta de infraestructura es imprescindible la continuidad del trabajo de los 170 obreros, que producen caños de plástico en una de las fábricas más importantes del rubro en la zona. Obras como la extensión de la red cloacal, de realizarse, cambiaría sustancialmente la calidad de vida de los matanceros en lo que se refiere a salud e inundaciones recurrentes.
El kirchnerismo que denuncia el ajuste en la campaña de Unidad Ciudadana, en vez de permitir el cierre de esta importante fábrica que es el sustento de cientos de familias trabajadoras en un distrito donde es gobierno Verónica Magario, debería impedir este atropello hacia los trabajadores, poniendo la fuerza necesaria para mantener estos 170 puestos de trabajo, como tantos otros despidos en toda la zona.
El candidato a concejal por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Ariel Iglesias, presentó un proyecto en el Concejo Deliberante de esa localidad para que se declare la emergencia laboral y se prohíban los despidos y suspensiones.
FUENTE Y FOTOS: La Izquierda Diario
