En una ceremonia que se realizó a orillas del río Negro, en el paseo costanero, sitio que fue declarado recientemente como sagrado para las comunidades, Capitanich fue nombrado como Benaiq, que en idioma qom significa “Abeja Trabajadora”.
“Queremos rendir un homenaje a quien con sabiduría y coraje ha luchado por las causas indígenas; este es un reconocimiento de las comunidades qom, wichí y moqoit a Jorge Milton Capitanich”, aseguró Rolando Gómez, titular de la oficina municipal de Asuntos Indígenas. “Nosotros miramos a la persona y la valoramos, más allá del cargo; es nuestro hermano desde ahora y se llamará Benaiq”, agregó Gómez, acompañado de representantes de todas las etnias.
“Estamos agradecidos completamente por lo que hizo por nuestros pueblos, por la confianza mutua y le pedimos que siga adelante”, señaló. Acompañaron la ceremonia funcionarios municipales, referentes de colectividades, invitados especiales y vecinos. “Es una profunda emoción y agradezco completamente esta gentileza; me siento un hermano fraterno de todos y cada uno de ustedes”, afirmó el jefe comunal.
Capitanich destacó también tres conceptos fundamentales que adoptó de su relación a lo largo de estos años con las comunidades: la propiedad comunitaria; la interculturalidad; y la defensa de la biodiversidad.
“El concepto de la propiedad comunitaria es muy distinto al de la propiedad colectiva y privada; lo que es de uso común, es de todos”, acotó. “La interculturalidad significa el diálogo entre culturas y no la imposición de una sobre otras; aquí en América latina hemos tenido la imposición muchas veces imperial, por eso defendemos la identidad y el respeto”, indicó.
“Y también la protección de la biodeversidad, del ambiente y de lo que nos rodea, de la casa común, como marca el papa Francisco en su encíclica Laudato Si”, completó el intendente. Capitanich también resaltó de las comunidades originarias la “paz, paciencia, perseverancia y mansedumbre, de entender que solo el diálogo, el tiempo y el amor vencen al odio”.
“Ustedes me enseñaron que el aprendizaje no es solo racional, sino también emocional; no se aprende solo con el cerebro, sino también con el corazón para construir un mundo mejor y convivir en reglas de respeto y amor al prójimo, esenciales para la vida en comunidad”, finalizó Capitanich.
FUENTE Y FOTOS: Diario Chaco
