El policía ingresó a la celda, se acostó en el colchón y recibió masajes de tres detenidas durante 20 minutos. Fue denunciado por la grabación de las cámaras de seguridad de la comisaría de Madariaga, provincia de Buenos Aires.
Diego Izaguirre, jefe de la Estación Comunal de General Madariaga, se sorprendió al revisar las cámaras de seguridad de los calabozos en donde permanecen detenidas un grupo de mujeres. En ellas, descubrió que el jueves 20 de septiembre, cerca de las 9 de la mañana, el subcomisario Mauricio Etchegoyen ingresó en una de las celdas y recibió masajes por parte de tres reclusas.
Allí se levantó la camisa, se acostó en el colchón y, durante 20 minutos, tres detenidas fueron turnándose sobre él para masajearle la espalda. "Al policía en cuestión lo suspendieron y apartaron de su cargo hasta que se defina su situación penal", dijo Walter Mércuri, fiscal a cargo de la causa.
Al policía separado se le inició un sumario administrativo por "ejercicio abusivo de la función y falta de decoro". Izaguirre contó que encontró las imágenes al otro día de lo sucedido: "Inicié las actuaciones, las comuniqué a Asuntos Internos y también al fiscal Mércuri. Ambos organismos van a llevar adelante la investigación".
"Durante estos días estuve analizando el video, que es una grabación de las cámaras de seguridad de la comisaría. Le tomé declaración testimonial a las diez mujeres detenidas en la seccional denunciada. Tres de ellas estuvieron involucradas; las otras siete estaban presentes y presenciaron el hecho mencionado", agregó Mércuri.
El fiscal le desmintió a este medio-ante algunas versiones erróneas- que Etchegoyen haya sido expulsado de la fuerza. "Está sujeto a un sumario administrativo vinculante a la causa penal que se está investigando. No así a la inversa", agregó el funcionario.
Para la Justicia no será fácil encuadrar lo sucedido en un delito penal, pero para Asuntos Internos -según el fiscal- lo sucedido es muy grave. "Las mujeres hablaron muy bien de él. Todas declararon que Etchegoyen ingresaba cada mañana al calabozo para requisar las celdas y evitar que allí hubiera drogas u objetos prohibidos. Tengo entendido que la semana pasada habían denunciado la presencia de ratas", contó Mércuri.
Izaguirre aseguró: "Le consulté a las detenidas si había habido alguna situación por parte del jefe de estación y me explicaron que ingresó al calabozo por solicitud de ellas, se sintió medio descompuesto por un dolor en el cuello y ahí lo sentaron para hacerle masajes".
"Inclusive dos de ellas son masajistas profesionales. Me preguntaron si eran trabajadoras sexuales pero no, una de ellas se dedicaba a eso antes de ser detenida. Ni en el video ni en los relatos de las reclusas se menciona o advierte algún acto sexual", concluyó el fiscal.
FUENTE Y FOTOS: Infobae
