Tenebroso: la cabellera de un cadáver a la vista de los vecinos. "Tenemos que cuidar que los chicos no toquen ni levanten eso".
Paralelamente, la vecindad donde viven muchos niños sigue soportando las 24 horas del día fétidos olores como consecuencia de esos deshechos contaminados a los que se suman trozos de tela de ropa de los muertos, pedazos de ataúdes, placas con nombres, mármoles, crucifijos, herrajes, manijas, tapas, cerámicos y otras partes y restos de nichos que hasta este domingo permanecen desparramados en un tramo de dos cuadras. Para completar el lúgubre cuadro, el hedor es realmente insoportable y el sector se convirtió en un foco de contaminación a cielo abierto en zona poblada por decenas de familias con niños.
Ante el llamado de los vecinos, en la mañana de este domingo Periodismo365 recorrió el sector comprendido entre calles 55 entre 38 y 42, logrando material fotográfico, más testimonios multimedia de las indignadas personas.
En medio de un penetrante y fétido hedor, los vecinos manifestaron su profundo malestar con el Municipio de nuestra ciudad. "Esto no puede estar pasando, resulta que después de conocerse la noticia que el Municipio había rellenado las calles del barrio con restos del cementerio, salieron a pedirnos perdón. El lunes pasado a eso de la 8 de la mañana vinieron dos o tres empleados municipales a limpiar, pero nosotros pensamos que iban a traer una máquina para sacar todo lo que habían tirado. Sin embargo, esos tres empleados comenzaron a juntar los desperdicios con la mano y los tiraban al costado de la calle, o sea que toda la mugre del cementerio quedó ahí nomás. Como hacía calor, a eso de las 9 y media se sentaron abajo de un árbol a tomar gaseosas y a las 10 vino un camión municipal y los llevó. Eso fue toda la limpieza. Realmente una burla", lamentaron.
Los residentes del nutrido sector barrial, recordaron que hace dos días a la tarde cayó un fuerte chaparrón en la zona norte de Sáenz Peña. "Después de esa lluvia se levantó un olor a difunto que no se podía aguantar y se sentía adentro de las viviendas, en todas partes. Era impresionante, entonces empezamos a sospechar que podría haber restos humanos. Al otro día nos levantamos y vimos que en la calle había pelos de un difunto y eso largaba mucho olor, y en toda la zona había olor a muerto. Sacamos fotos y llamamos a los medios porque la Municipalidad no cumplió con lo prometido. Ahora estamos peor que antes, sin ripio y con este panorama tétrico y olores nauseabundos todo el día", remarcaron.
Recordaron que "era un camión cargado de escombros que arrojó el Municipio para rellenar las calles. Hoy domingo todavía está una buena cantidad de pedazos de ataúdes, herrajes, placas, partes de nichos y encima los cabellos y hasta una mortaja, todo tirado en el medio de la calle. ¿Cómo puede ser esto?, se preguntaron, agregando que "los chicos levantaban las flores de plástico y de tela y jugaban con eso, algunos perros comieron los pedazos grandes que había de ropa de los muertos, pero seguimos con todo esto frente a nuestras casas. Para colmo nosotros tomamos agua de perforación y ahora tenemos miedo que se contamine la napa. Necesitamos ya una solución", reclamaron. Hasta el momento se desconoce si por este caso el Municipio inició un sumario administrativo a la Dirección del Cementerio o a sus responsables.
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