ANTE LA CRISIS, CRECE LA CANTIDAD DE PROFESIONALES ARGENTINOS QUE QUIEREN IRSE DEL PAÍS

A pesar de que todavía no hay datos que den cuenta de que hubo un aumento de argentinos que se hayan radicado en el extranjero, expertos en recursos humanos notaron un incremento en las consultas luego de las primarias y los cambios en la economía.

Filas en el consulado italiano. Walter Rodrigo Escobar tiene 46 años y es ingeniero químico. Hace cuatro meses que está desempleado. La planta en la que trabajaba hizo una reestructuración y decidió despedirlo. Está casado, tiene dos hijos y una mañana de miércoles está esperando en la larga fila que hay sobre la calle Reconquista al 300 para ser atendido en el Consulado Italiano en Buenos Aires.

"Planeo irme primero yo y después ellos", cuenta Walter a Infobae. "Mi hijo es estudiante de profesorado de piano clásico y también quiere irse. La idea es unificar la familia allá. Tengo un familiar viviendo en el norte Italia que me tiró la idea y, como quiero irme con todo en regla, vine a averiguar", ahondó.

Leonardo Ros tiene 37 años y es periodista. Impulsado, dice, por una mezcla de hastío por la situación económica y política del país y por las ganas de probar algo nuevo y concretar un sueño, decidió junto a su mujer mudarse con sus dos hijas a España. Desde el 23 de junio pasado que vive en El Masnou, un municipio catalán a 25 minutos de Barcelona en tren. Llegó él primero para asentarse antes del arribo de su familia y en 20 días consiguió un empleo como moderador de contenidos en la promisoria red social de centennials Tik Tok y un lugar donde vivir.

Al igual que Walter y muchos otros argentinos descendientes de europeos, su doble ciudadanía italiana-argentina fue la puerta de entrada para tomar la decisión. Las hijas de Leonardo, que ahora también son ciudadanas de la Unión Europea (UE), están aprovechando el receso de verano para acomodarse a la ciudad y en septiembre comenzarán las clases en una escuela pública a 15 cuadras de su nueva casa.

"En estos últimos años nos cambió muchísimo la vida para mal. Yo trabajaba, tenía obra social, mis hijas iban a un colegio privado y vi que mi situación de clase media fue cambiando y fui perdiendo esos beneficios", relata Leonardo, que vivía en Lomas de Zamora y trabajaba en Munro. "Al no tener vacaciones, que la plata no alcance, que nuestros trabajos extra se cobren mal y ver que todo lo que hacíamos no era suficiente dijimos basta y decidimos cambiar de vida".

FUENTE Y FOTOS: Infobae - El Tribuno

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