REFUERZAN CONTROLES POR EXPLOTACIÓN LABORAL, TRABAJO ESCLAVO Y TRATA EN CAMPOS DE CORRIENTES Y MISIONES

En el ámbito del trabajo rural, se refuerzan los controles en el sector forestal en Misiones y Corrientes para erradicar la explotación laboral en el sector.


La explotación laboral en el ámbito rural de las forestaciones en Corrientes y Misiones vuelve a preocupar a las autoridades nacionales y organismos de competencia en el control y fiscalización para erradicar estas prácticas de avasallamiento sobre los derechos de las personas en situación de marginalidad y desocupación en zonas rurales. Erradicar el trabajo “esclavo” en el ámbito rural es una lucha constante que se combate con investigaciones y rastrillajes en la zona, y toma fuerza la necesidad de reforzar también las buenas prácticas en la actividad.

En la Argentina hay aproximadamente un millón de trabajadores migrantes temporales, conocidos como “golondrinas”, de los cuales sólo 250.000 están registrados y 750.000 son informales, dijo José María Servín, delegado de la región NEA del Comité Ejecutivo de Lucha en contra de la Trata y Explotación de Personas, en una entrevista con MOL TV en la que analizó los operativos de rescate y fiscalizaciones laborales de trabajadores forestales, que resultan ser víctima de trata para explotación laboral en Corrientes y trabajo no registrado en Misiones.


“No podemos normalizar una carpa en el medio de un monte, pasa por una cuestión de derechos humanos”, sostuvo Servín. La situación de vulnerabilidad genera de las personas genera un contexto propicio para que muchos de ellos sean captados para ser explotados laboralmente.


Existen distintos sistemas de captación de las víctimas de trata con fin de explotación laboral en el ámbito rural. Por lo general, se apunta a trabajadores que provienen de los sectores más pobres, con necesidades insatisfechas y muchos ni siquiera alfabetizados. El trabajo “esclavo” en el ámbito rural es una lucha constante que se combate con investigaciones y rastrillajes en el territorio.


Desde la UATRE Regional Misiones, manifestaron su preocupación ya que “volvimos a ver situaciones de explotación laboral en actividades rurales y traslados de personas que no condicen con la legislación vigente”; dijo Carmelo Rojas, en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

Sostuvo el sindicalista que “es necesario profundizar las fiscalizaciones e inspecciones en todas las actividades productivas de la provincia, y más aún en determinadas épocas del año, para controlar el cumplimiento de las condiciones laborales de los peones rurales según el marco legal vigente”.


Entre 2021 y 2022 el RENATRE realizó fiscalizaciones en las que se encontró a 1.050 trabajadores rurales en situación de explotación laboral rural (yerba mate, te, cítricos, algodón, arroz, tabaco, forestación, etc). Solo en los primeros seis meses de este año, el Programa de Rescate, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, liberó a 333 personas víctimas de explotación laboral. La lista está encabezada por los delitos ocurridos en el ámbito rural.

Captación en la forestación

La actividad de forestación se realiza desde hace muchos años en la zona del NEA, principalmente, también en la región del NOA, Centro del país y Patagonia. Es un oficio que pasa de generación en generación entre los peones y en el que también participan los menores de edad.


Pero es la mano de obra misionera la que tradicionalmente realiza este trabajo y es más buscada en la región del NEA. Es así que llegan a las zonas rurales de la provincia de Misiones, y bajo promesas laborales se los transporta hasta los campamentos ubicados en los montes, en medio de las plantaciones, donde viven entre 15 y 20 días, para luego hacer un recambio de cuadrilla. En las últimas décadas se logró la extensión de superficies de bosques cultivados con destino a la industria de madera con materia prima renovable o para abastecer las plantas de celulosa y generación de energía de fuente de biomasa forestal. De esta forma, se logró que el 95% de la industria forestal argentina elabore productos forestales de origen de madera renovable, no de árboles nativos.

La forestación dejó de ser en la última dos décadas una actividad temporaria, funciona todo el año y en consecuencia la rotación de trabajadores es constante, y se han logrado mejorar los campamentos forestales. Pero en los últimos meses, fueron reiteradas las denuncias de explotación laboral en campos de tala de pinos y eucaliptos, y producción de resina, que instalaron en la agenda pública los operativos conjuntos entre la Justicia Federal, la Delegación NEA de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas, la UATRE y RENATRE.

Jorge Pujato, de AFoME: “Hay que ajustar las normas a la realidad”

Para el ingeniero forestal Jorge Pujato, miembro de la AFoME, “las normas laborales en el sector rural no corresponden a la realidad de Misiones”. El dirigente cuestionó las exigencias y apuntó contra algunos criterios en su aplicación, ya que sostiene “atenta contra el empleo rural”.

“Hay campamentos y campamentos, hay de todo. No conozco cada caso particular de Wanda”, comenzó diciendo Pujato en la entrevista con MOL TV, alegando que sus inquietudes están más relacionadas con las exigencias de la Dirección Nacional de Trabajo Agrario. “Mi casa no reúne algunas condiciones, por ejemplo, una ventana por cada cama. Son una serie de exigencias, que no vienen ahora sino desde 2011, que no corresponden con la realidad de Misiones”, añadió.

En ese sentido señaló que estas normas tendrían más sentido en el contexto de empresas grandes dedicadas a producir semillas agrícolas, como maíz, que suelen usar el método de campamento permanente. “Por eso son una serie de exigencias que no corresponden”, sostuvo. “Hacen operativos y salen con títulos de trabajo registrado que no corresponden a la realidad. Hay muchas condiciones de campamento”, explicó.

Asimismo uno de sus reclamos más pronunciados se centró en la necesidad legal de tener baños químicos instalados en el área: “¿Dónde descargan los baños químicos?. En la mayor parte de Misiones no hay planta de tratamiento de líquidos cloacales, por lo que estamos agregándole componentes químicos a los excrementos humanos. Es imposible”, cuestionó. Este sistema agrava el problema, además de que hay sistemas con letrina que no contaminan, y sería lo más apropiado. En esa misma línea, Pujato propuso prohibir los baños químicos en toda la provincia, excepto en las ciudades.

“En Misiones estimo hay 45 mil pequeños productores. A estas exigencias las puede cumplir las empresas grandes. Pero alguien que tiene un pequeño yerbal y le exigen señal de celular, agua caliente, y baños para explotar un yerbal que demanda tres días, es imposible”, sostuvo.

Llamando a una solución que se ajuste a la realidad misionera, Pujato hizo hincapié en la necesidad de sentarse a estudiar el tema: “Hagamos las cosas de forma correcta. Si te hacen un procedimiento y encuentran que no tenés una ventana por cada cama o una señal de celular te hacen una multa. Es imposible escaparse de esa legislación. Busquemos una legislación misionera”, remarcó.

Esclavos Siglo XXI

Por otra parte, José María Servin graficó en la entrevista con “El Cohete a la Luna” que este tipo de modalidad de trabajo rural es similar a “una mamushka, o muñeca rusa” porque en ella conviven varios actores patronales: el dueño de la tierra, el propietario de la forestación que arrienda la tierra y los “contratistas”, quienes se encargan organizar el raleo o la cosecha de resina.

Estos últimos, los contratistas o empresas de servicios forestales tercerizadas, son los que captan a los trabajadores para que hagan el trabajo de la cosecha, raleo y poda, o plantación. Es por ello que, en una misma plantación puede haber varios contratistas y cada uno impone distintas condiciones a sus trabajadores.

Según la coordinadora del Programa Nacional de Rescate, las víctimas de la estancia “Don Enrique” -en Paso de los Libres-  relataron que en los días que estuvieron allí no conocieron quién estaba a cargo del campo, solo sabían que su nombre era “Tito”.

Respondían a los jefes de cuadrilla, uno por campamento. Por lo general, estos alguna vez fueron víctimas de trata y se posicionaron en un escalafón un poco más alto. Vivían en otro campamento, en el mismo lugar, que contaba con mejores condiciones de habitabilidad (con electricidad y agua caliente).

La fiscalía informó que las víctimas habían tenido una única entrevista con la persona que se presentó como el responsable: “Les habló con una actitud amenazante y les dijo a dos de ellos que no podían salir del lugar hasta haber cumplido cuanto menos 30 días de trabajo”. Los campos están por lo general alejados de la zona urbana y de cualquier acceso. Para ir hasta la ruta y tomar un colectivo los trabajadores deben caminar kilómetros. Muchas veces el clima se los impide.

En este sentido, Gatti remarcó: “El concepto de encierro de las víctimas de trata no significa únicamente que estén bajo llaves o con candado. Pueden estar aisladas y con la puerta abierta pero con imposibilidad de trasladarse fácilmente, como ocurre en muchos campos de la región”.

Los hombres rescatados revelaron que algunas de las personas que se movían por la estancia estaban armadas, ya que cazaban animales silvestres, y que eso les atemorizaba. Sucede también en estos casos que, en más de una ocasión los contratistas les quitan sus documentos de identidad a quienes llegan a los campos. 

En este caso de "Don Enrique", la mayoría de los trabajadores aseguró contar con su documentación. Excepto dos. Uno de ellos dijo que lo había dejado en su domicilio particular, al cual regresaba todos los días. Sin embargo, Gatti consideró difícil que el hombre pudiera trasladarse cada día a su domicilio, por los horarios laborales y porque no contaba con vehículo. Fueron los mismos trabajadores del establecimiento “Don Enrique” los que denunciaron la situación que estaban viviendo.

El 6 de agosto pasado, un hombre se comunicó telefónicamente con la Guardia de Prevención del Escuadrón 7 “Paso de Los Libres” y contó que junto con otras personas habían sido trasladadas “para trabajar en el campo” pero se encontraban a la deriva, viviendo en condiciones inhumanas y trabajando de forma precarizada.

Tras el pedido de la Fiscalía Federal de Paso de los Libres, a cargo de Martínez, y el Juzgado Federal de esa ciudad, con Gustavo del Corazón de Jesús Fresneda a la cabeza, se realizó el operativo con profesionales de distintas áreas del Estado, el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).

Una práctica a erradicar

Lo ocurrido con los trabajadores de la estancia “Don Enrique” rememoró otro caso emblemático de Paso de los libres ocurrido en 2011, conocido como la causa Batelito. Entonces se rescató de un campo a más de 40 víctimas de trabajo esclavo. Las condiciones eran similares: las jornadas laborales duraban 10 horas, ningún trabajador estaba registrado y a muchos les retuvieron sus documentos. Recientemente un fallo de la Cámara Federal de Casación Penal ordenó reabrir el juicio a cinco empresarios responsables de los delitos de “trata de personas y reducción a la servidumbre” que habían sido absueltos en 2021.

“Los explotadores se esconden detrás de cooperativas de trabajo y cuentan con la connivencia del Poder Judicial y del poder político. Sumado a esto, fallan los controles administrativos”, dijo sobre el caso el director del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y Explotación de Personas, Gustavo Vera. Quienes trabajan en el rescate de víctimas de trata en el ámbito rural aseguran que hubo algunas mejoras en los últimos años, aunque queda mucho camino por andar.

Buenas prácticas

En el Manual de Buenas Prácticas del Sector Forestal – elaborado en el marco de la Comisión Cuatripartita conformada por SRT, UATRE, RENATRE; AFOA- indican que la actividad se caracteriza por desarrollarse en un ámbito rural, situación que le otorga un conjunto de atributos particulares en términos de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT). La unidad de referencia de los aprovechamientos forestales se denomina montes, donde los trabajadores realizan sus tareas en forma continua. Además de estos rasgos en la actividad se desempeñan tareas particulares que van desde el crecimiento del insumo hasta su derribo y transporte.


Buenas prácticas: Campamento Forestal 1

El trabajo forestal está considerado entre los más riesgosos del mundo, y aunque los riesgos han disminuido por el proceso de tecnificación en los montes a partir de la incorporación de maquinaria de cosecha de árboles y en la carga al transporte, sin embargo, continúan desarrollándose tareas donde el compromiso físico del trabajador es elevado, con repercusiones en su salud.


                                                 Buenas prácticas: Campamento Forestal 2

El riesgo laboral se complementa con un perfil de trabajadores de considerable vulnerabilidad social. En un estudio se muestra que el 78% de un grupo de motosierristas encuestados en la región del NEA reconocían como mayor nivel de educación alcanzado la escolaridad primaria, en su mayoría, incompleta, pautas de alimentación inadecuadas, etcétera.

Con ese objetivo fue elaborado el Manual publicado en el año 2017, como herramienta pretende ser consultada por aquellos actores principales de la actividad, sin modificar la normativa que alcanza a esta actividad en lo que atañe a las cuestiones de salud y seguridad laborales.

En el sector forestal, en el año 2011 se puso en evidencia situaciones de precariedad al promulgarse una Resolución de la CNTA, N° 11/11, mediante la cual establece una serie de requisitos mínimos que deben presentar los campamentos.

Algunos puntos son los siguientes:

• Las instalaciones deberán contar con servicios, tales como: baños, duchas, heladeras, cocina-calentador, mesa, bancos, camas, ropa de cama.

• Las cocinas de los campamentos deben emplazarse en lugares despejados de árboles para evitar la concentración de calor y su consecuente riesgo de incendio.

Primeros auxilios: Estas acciones cobran importancia en virtud de la lejanía con centros de atención primaria, por lo cual, en caso de corresponder podrán otorgarse las primeras atenciones en el monte hasta que el trabajador sea trasladado para ser atendido por un médico.

Las denuncias por trabajo ilegal, servidumbre o explotación infantil se pueden realizar a la Línea 145 que funciona las 24 horas, los 365 días del año. O también al 0800-999-3368 opción 3 de la AFIP. Es una línea anónima y gratuita. También, podés hacer tu denuncia al correo electrónico tratalaboral@afip.gob.ar

FUENTE, FOTOS Y MULTIMEDIA: Argentina Forestal

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