BALOTAJE EN ARGENTINA: CIENTÍFICOS SE MOVILIZAN EN APOYO AL CANDIDATO OFICIALISTA DANIEL SCIOLI

Investigadores y docentes universitarios organizan una jornada nacional para exponer su rechazo ante una eventual victoria del referente opositor Mauricio Macri en la segunda vuelta de los comicios presidenciales que se realizarán el próximo 22 de noviembre.

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La convocatoria, impulsada por científicos del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), tiene su epicentro de la estación de trenes Constitución –Ciudad de Buenos Aires-, pero se replicará en otros puntos neurálgicos del país como Córdoba y Rosario. La cita es a las 15 horas y el principal objetivo es enfatizar los logros alcanzados en materia de ciencia y tecnología durante la administración de la actual presidente Cristina Fernández, así como también manifestar el apoyo al candidato oficialista Daniel Scioli.

En este sentido, se ha planificado un interesante abanico de actividades educativas que incluye la transmisión en vivo de una radio abierta, la puesta en marcha de diferentes stands temáticos en que se comparten los más diversos desarrollos tecnológicos y un laboratorio didáctico, para interpelar a la gran masa de transeúntes que circula por aquellas zonas. Además, se aguarda por la confirmación de la presencia de figuras de renombre como Dora Barrancos, y se cuenta con el apoyo de personalidades de la talla de Adrián Paenza y Diego Golombek.

Ciencia en zapatillas: los investigadores rompen los candados de sus laboratorios

La iniciativa surgió como resultado de una reunión realizada el 2 de noviembre en el Centro de Estudios de Investigaciones Laborales (CEIL), dependiente del CONICET. En aquella oportunidad, más de doscientos investigadores consensuaron la puesta en marcha de una serie de actividades con el propósito de expresar su punto de vista respecto al futuro político en Argentina.

En esta ocasión, NodalTec dialogó con Hernán Palermo y Nuria Giniger, ambos investigadores del CEIL e impulsores del espacio de investigadores autoconvocados que se movilizan bajo el slogan “Ciencia sí, Macri no”.

“De algún modo procuramos que la ciencia salga a la calle, mostrar hacia afuera qué es lo que hacemos nosotros y qué impacto tiene en términos sociales. Nos consideramos un grupo interesado en la situación política y el futuro de nuestro país”, señala Palermo.

Desde esta perspectiva, Giniger plantea que las propuestas de Mauricio Macri significarían un retroceso respecto a lo que se ha conseguido en materia de ciencia y tecnología en el último tiempo. “Nosotros reivindicamos las conquistas logradas durante estos años y queremos profundizarlas, en cambio, Macri plantea que sólo necesita un grupo minúsculo de científicos altamente capacitados que trabajen desde las grandes empresas. Los desarrollos vinculados con las economías regionales y locales no le interesan para nada”.

En este sentido, para Palermo la desidia del proyecto liderado por el actual Jefe de Gobierno porteño se explicita a partir de la infalibilidad de los números y la partida presupuestaria destinada al sector. “El Gobierno de la Ciudad, durante el período 2013-2015, ha subejecutado la mitad del presupuesto de ciencia y tecnología”. Y luego, desde una visión prospectiva, completa: “si esto se trasladase a la nación ocasionaría un problema muy importante”.

Un tren que no puede frenar su marcha

A fines de 2007, Cristina Fernández creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que el Dr. Lino Barañao administra hasta la fecha. Mediante ese acto, reafirmaba el rol central que la investigación pensada y producida en casa tenía en el engranaje productivo del país. A partir de allí, la triangulación entre ciencia, innovaciones tecnológicas y academia no se frenó ni un segundo. Durante la última década se crearon 15 universidades y se triplicó el número de investigadores, becarios y trabajadores en el Conicet.

Los tiempos de la ciencia no equivalen a los mandatos electorales. En Argentina, el sistema republicano asegura el recambio del Poder Ejecutivo cada cuatro años, lapso que apenas alcanza en el ámbito académico para formar a un licenciado. En efecto, la continuidad en las políticas de Estado se plantea como una condición ineludible para sostener el robustecimiento del área. Porque el sistema científico es eso: un tren que no puede frenar la marcha ni descarrilar ninguno de sus vagones.

Desde el punto de vista de los científicos autoconvocados, un triunfo del candidato oficialista implicaría continuar con el fomento de políticas públicas que apuntan a la redistribución del ingreso y que promueven mejores condiciones de acceso y participación en el sistema científico.

En una reciente reunión organizada por el Encuentro Permanente de Asociaciones Científicas -entidad que nuclea a treinta instituciones que representan, en conjunto, a más de 10 mil investigadores argentinos- en la Ciudad de Buenos Aires, el Dr. Carlos Melo, representante del espacio Cambiemos en ciencia y tecnología, expuso los principales lineamientos que se definirían desde su espacio en caso de triunfar en las elecciones. En efecto, compartió su idea de premiar a los investigadores a partir de su productividad en el campo científico. Cuestiones conflictivas si las hay aquello de la productividad, pues, ¿cómo se mide la producción de conocimiento? Giniger opina:

“Sólo se beneficiarán aquellos que logran publicar en Science (revista norteamericana) que sólo difunde los desarrollos científicos que le interesan a los grandes laboratorios o a las necesidades del primer mundo. Un ejemplo muy concreto es que se preocupa más por enfermedades como el Alzheimer que de problemas vinculados a los sectores populares de nuestra región como puede ser el dengue o al Mal de Chagas”. Desde aquí,

Giniger apunta “nos movilizamos porque no compartimos el plan de la oposición para ciencia y técnica, y por eso pensamos que el 22 de noviembre hay que votar a Scioli. En principio el Gobierno de Daniel se enmarcaría en una posible continuidad, mientras que la propuesta presentada por Cambiemos cercenaría los logros obtenidos”. En esta línea, Palermo concluye “el proyecto de Frente para la Victoria le va a otorgar continuidad a todo esto, mientras que desde Cambiemos las ideas son bien claras: las universidades, la ciencia y la tecnología no representan más que un gasto”.

Por Pablo Esteban

FUENTE Y FOTOS: Nodal Tec 


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