
Pasajeros que se comunicaron con Periodismo365, indicaron que al ingresar a Sáenz Peña por Ruta 95, el ómnibus proveniente de Juan José Castelli recibió varios piedrazos y uno de ellos "reventó" un vidrio lateral del piso alto. Los choferes no detuvieron la marcha hasta ingresar a la Terminal de Sáenz Peña, donde el personal técnico procedió a cambiar el cristal dañado. "Afortunadamente no hubo que lamentar heridos porque el asiento que corresponde a esa ventanilla estaba vacío", señalaron.
Los trabajos hicieron que las demoras superen las tres horas, por lo que el ómnibus llegó este domingo a Buenos Aires con casi 4 horas de atraso.
Algunos choferes de ómnibus de larga distancia, confirmaron a Periodismo365 que los ataques a ómnibus son cada vez más frecuentes y los vándalos son menores de edad. "Siempre atacan en horas de la siesta y nos tiran hondazos con piedras o bolitas de acero de rulemanes. Eso es como un balazo, pero la Policía no puede hacer nada porque siempre son chicos que aparentemente andan cazando pajaritos, aunque la verdad es que nos tiran a nosotros porque desde el colectivo los vemos. El día que le peguen a algún pasajero vamos a tener que lamentar heridas muy graves en la gente que viaja", advirtió el trabajador del volante.
Fuentes policiales informaron a Periodismo365 que hasta hoy la empresa afectada todavía no había formulado denuncia y ratificaron los dichos de los choferes. "Es una zona donde siempre nos llaman por ataques a vehículos de todo tipo, especialmente en horas de la siesta. El tramo de Ruta 95 entre calle 51 y calle 9 (por donde ingresan los ómnibus de larga distancia hacia la terminal de Sáenz Peña) se ha vuelto muy peligroso por el permanente accionar de chicos con gomeras. Lamentablemente cuando vamos al lugar nos encontramos con menores que nos dicen que andan "mariscando", pero la verdad es que tiran a los vehículos que circulan por la ruta, no para robarles sino por vándalos nomás", remarcaron los uniformados.
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