HOSPITAL GARRAHAN: GUARDIA COLAPSADA Y CAMAS EN LOS PASILLOS

Hace una semana que la guardia y la unidad de cuidados estacionales se encuentran saturada y hacinados con cama en los pasillos para la atención.

Una de las consecuencias que trae el invierno es el brote de las enfermedades, en particular, en los más pequeños. En el Hospital Garrahan, en el área de bajo riesgo ingresan pacientes con crisis respiratorias, entre las que se encuentran convulsiones, crisis asmáticas, piel escaldada por estafilococo e IRAB (Infección Respiratoria Aguda Baja). Por su parte, la guardia recibe niños con patologías de alta complejidad, que posteriormente son derivados para internaciones en la terapia.

La realidad es que tanto la guardia como la UCE (Unidad de Cuidados Estacionales) están una vez más con pacientes hacinados, con camas que se instalan en los pasillos o en las entradas de los mismos. Los pacientes no tienen el aislamiento correspondiente de acuerdo a las patologías respiratorias y quienes dependen de oxígeno, tampoco cuentan con humidificación ni calentador necesarios, cuestiones que perjudican sus tratamientos y su salud.

El año pasado el Hospital inauguró lo que se llama UCE (Unidad de Cuidados Estacionales) para poder contener el brote internando a los pacientes -y no prevenir los brotes de bronquiolitis-, con tan sólo 40 camas, donde se atienden niños desde los 0 a los 12 años y diversos diagnósticos.

Los directivos del Hospital, el presidente, Carlos Kambourian, sin embargo destacó: que a partir de la creación de dicho espacio, han logrado el hito “un paciente, una cama” y “que nunca más volvimos a tener pacientes en pasillos o lugares inadecuados y ese es el resultado que estamos viendo ahora”.

Este espacio como era sabido, no alcanza para cubrir las necesidades de los niños y se agregaron camas en la entrada del mismo, llegando a un total de 50. Por otro lado, la guardia actualmente cuenta con 40 camas y se han dispuesto 6 camas en el pasillo para la atención de los más pequeños. Por lo tanto, el supuesto hito no es más que una falacia.

De esta manera, se encuentran colapsados cada uno de los sectores del Hospital. Al día de hoy un enfermero de los lugares antes mencionados, se estipula que debería tener a su cuidado 4 pacientes, aunque por la cantidad de niños que asisten al Hospital, atiende alrededor de 14 pacientes, y dos médicos residentes atienden 50 camas de la UCE y aún así realizan su labor con el mayor profesionalismo.

Sabemos que esto implica sobrecargas laborales, que terminan perjudicando a quienes atienden a los niños. Se tornan jornadas insalubres porque es imposible que de esta forma, el trabajador pueda realizar sus tareas de atención con sus plenas capacidades, sin encontrarse cansado y con recarga importante de responsabilidad.

El estado de la salud pública en general está devastado, principalmente en los distritos del Gran Buenos Aires. Las salitas como así también los hospitales se encuentran sin insumos. De esta forma, las familias que precisan que sus niños sean atendidos, se trasladan a la Ciudad de Buenos Aires y en particular al Hospital Garrahan.

Esta saturación con la injerencia del FMI que sólo promete más recorte en pos de que se pague la deuda, significa un mayor desfinanciamiento en salud y educación y con ello, la desidia de quienes necesitan atención y de los que trabajan se recrudecerá aún más.

Si no se pagara la deuda que es de 40 mil millones de dólares por año ¿cuánta plata se podría destinar para resolver los problemas de estructura edilicia, insumos básicos, aparatología, personal y salarios para una excelente atención? Por ejemplo, con esa plata se podrían construir 2 mil hospitales de alta complejidad a nivel nacional. Los que trabajamos en la salud pública y los que allí se atienden, sabemos lo que las miles de familias necesitan a la hora de ser atendidos y cuidados.

FUENTE Y FOTOS: La Izquierda Diario

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