El fiscal Marcelo Soto, titular de la Fiscalía N° 3 de Sáenz Peña, que lleva adelante la investigación de la muerte de la menor Sofía de la localidad de Quitlipi, tomó declaración al papá, a la mamá y a la niñera de la pequeña.
Cerca del mediodía la primera en prestar declaración fue la madre y luego fue el padre el que se entrevistó con el fiscal Soto. En hora de la tarde la que prestó declaración fue la niñera de la pequeña Sofía, que fue encontrada sin vida el pasado miércoles en un pozo contiguo a su casa.
Según el propio Fiscal, con estas testimoniales se trató de establecer cuándo fue la última vez que estas personas vieron a Sofía. “En ese punto es que no hay mucha coincidencia entre la madre y la niñera”, señaló Marcelo Soto, aunque aclaró que en líneas generales las declaraciones son coincidentes.
Sobre las contradicciones, el representante del Ministerio Público expresó que “la madre de la pequeña asegura que fue a buscar a sus otros hijos a la escuela, dejando a Sofía y otro hermanito con la niñera”. Por su parte, la niñera dice que “ella no vio a Sofía en la casa y pensó que la niñita se había ido con el padre”.
Respecto a la data de la muerte de la menor, dijo el fiscal que “la autopsia va a determinar una franja horaria, no determina con exactitud, después con los resultados de los estudios anatomopatológicos se va poder tener mayor seguridad sobre ese tema”.
ABUSO CRÓNICO
Respecto al tema que hizo dar un giro a la investigación, los signos de abuso crónico que presentó el cuerpo de la beba cuando se le realizó la autopsia, Soto dijo que “no se ha podido avanzar al respecto porque tanto la madre de la menor como la niñera dicen no haber visto nunca circunstancia extraña ni haber visto en el cuerpo de la menor nada que les llamara la atención”. En ese sentido aseguraron que “era una bebé sana, no tenía ninguna enfermedad”.
Los padres se mostraron sorprendidos por el resultado del informe forense, según contó el funcionario judicial, que agregó: “Desconocían esa situación, tanto la madre como la niñera que era la encargada de bañarla, de cambiarla, en ningún momento advirtieron esta circunstancia”.
Al preguntársele a la madre sobre el estado de la pequeña, relató que la misma había nacido prematura, que estuvo internada entre 20 y 30 días en un sanatorio y que tuvo ciertos problemas pero por su condición de prematura. Según la progenitora, “a los tres meses ya tenía una vida normal”.
CITARÁN AL PEDIATRA
Por otro lado, Soto contó que la investigación continuará con la citación del pediatra de la menor, quien se desempeña en una clínica privada de Quitilipi. “Nos va a dar un panorama sobre el estado de la bebé”, dijo.
Por último, Soto fue categórico al decir: “Debo sostener el informe del médico forense, que me dice a mí que existen signos inequívocos de un abuso sexual crónico, él es especialista y además es pediatra”, remarcó.
FUENTE Y FOTOS: Diario Chaco
