“Las instrucciones recibidas es que tratemos de dar lucha a esto que asfixia a la población, y en mérito a ello se implementan operativos tratando de recuperar los espacios que fue ganando esta gente que se dedica al narcomenudeo con la venta y distribución de estupefacientes”, explica el comisario José Carlos Romero.
Destacó especialmente “el trabajo que se realiza, sobre todo las señoras Fiscales, acompañando permanentemente el trabajo de la policía”, y también que “necesitamos que alguien reaccione, sea un empleado policial o ciudadanos a través de denuncias. Esta denuncia es anónima, y se puede realizar en cualquier Comisaría o Fiscalía Antidrogas”.
Añade que con ese aviso o denuncia, “se inicia un proceso de prueba. Tenemos que juntar las pruebas suficientes, con acompañamiento y conocimiento de la instancia judicial, para lograr un allanamiento y poder desbaratar ese centro”.
Insiste en que “siempre se hace una investigación previa. A veces son más extensas y otras menos. Algunas veces es tan evidente que, con pocos días de investigación podemos actuar. Siempre estamos tratando de obtener la ayuda, que viene de la gente, que convive con estos delitos en los barrios. Con un aviso, alcanza para poder iniciar una investigación”.
Menciona Romero que en lo que va del año se han incautado unos 750 kilogramos de marihuana y un poco más de 3 kilos de cocaína, y explica que aquí “debemos hablar no sólo de peso sino también de dosificación. A veces los pequeños centros de venta se cargan de 20 o 30 dosis, en lo que hace a cocaína, para la venta”. Cuando se habla de marihuana “nos encontramos con cifras más grandes, por las fronteras que tenemos, ya que ingresa y luego es trasladada al interior de nuestra nación”.
Opina que Resistencia “es una ciudad que está muy en el medio de las distintas rutas, es difícil que queden las drogas sintéticas. Es diferente con cocaína y marihuana. Todo esto viene mutando y avanzando”.
Reflexiona el jefe policial que “las metas son tratar de devolverle a la gente la tranquilidad de poder circular, salir a las veredas, ocupar los espacios verdes, etc., que muchas veces se hace difícil para que lo hagan los chicos, como en plazas públicas por la actividad visible de esta gente”.
Concluye diciendo que “se puede decir que fue creciendo la cantidad de personas que se dedica a esto, comercializando en pequeñas cantidades”, razón por lo cual se han intensificado las acciones por parte de la Policía del Chaco.
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