A plena luz del día y a la vista de todos, una conocida comerciante saenzpeñense y su pequeño hijo de 7 años, fueron víctimas de un asalto a punta de revólver y puñal en el Barrio Yapeyú de nuestra ciudad. "Los delincuentes eran 6 y se movilizaban en 3 motocicletas. Bajé del auto a dejar a mi hijo en una maestra particular cuando me atacaron entre todos. Dos de ellos muy violentos armados con revólver y puñal me encañonaron delante de mi nene sin importarles nada, amenazándome a los gritos que me iban a matar si no les daba el celular. Una vez que me robaron se fueron todos contentos gritando insultos y sapucais. Mi hijo se asustó mucho y no paraba de llorar, como también la maestra. Inmediatamente me fui a la Comisaría 4º donde no me quisieron tomar la denuncia, porque los policías muy amablemente me dijeron que yo estaba muy alterada y me tenía que calmar, y que además el comisario estaba ocupado. Y que vuelva mañana (por este viernes)", contó indignada la víctima a Periodismo365. La familia, con mucha bronca e indignación, contó en redes sociales la desafortunada experiencia que se suma a la larga lista de robos y asaltos que florecen día tras día en Presidencia Roque Sáenz Peña.
FOTO: Ilustrativa - Sus familiares detallaron a Periodismo365 que el lamentable y salvaje suceso de inseguridad ciudadana ocurrió ayer a las 14.00 horas en cercanías del predio del Cottolengo, sobre calle pavimentada, cuando una comerciante de 37 años de edad, llevó en su automóvil a su hijo de 7 años hasta el domicilio de una maestra particular. "Ella bajó del auto con su hijo, lo dejó en la vereda con la docente y cuando volvía al auto para subir, aparecieron tres motocicletas con seis peligrosos y violentos delincuentes armados. Dos se bajaron, uno empuñaba un revólver y el otro esgrimía un puñal, armas que utilizaron para amenazarla de muerte a los gritos delante de todos mientras los otros malvivientes le hacían el 'aguante'. Por miedo a que le peguen un tiro o la apuñalen, ella les dio el teléfono y se fueron contentos todos juntos, gritando insultos y sapucais", agregando que el asalto fue perpetrado a cara descubierta, sobre una de las calles pavimentadas del Barrio Yapeyú (calle 25).
"Pero no terminó todo allí ya que ella se fue a denunciar a la Comisaría 4º pero los policías no le quisieron tomar la denuncia, en ese momento le dijeron que estaba muy alterada, ya que entró a la comisaría con una crisis de nervios y de llanto por semejante momento que tuvo que pasar. Los uniformados muy amablemente le dijeron que vuelva al otro día, cuando ella se calme; porque además el comisario estaba ocupado. De milagro no le hicieron nada y la sacó barata, pero el niño se asustó mucho y no paraba de llorar", remarcaron finalmente.
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