"Gracias a Dios que ella no se detuvo. Creemos que la intención de los delincuentes era hacerla detener para robarle. Y por suerte el ataque no provocó un accidente porque le tiraron hondazos con tuercas o recortes de acero. El colmo es que todo esto sucedió a 30 metros de un puesto de control de Gendarmería, en calle 33 entre 20 y 22. El parabrisas quedó todo astillado y no sirve más pero gracias a Dios que a mi hija no le pasó nada. Estos delincuentes no le tienen miedo a nada", señaló uno de los familiares a Periodismo365.
El parabrisas astillado del automóvil Volkswagen Bora
"Urgente avisamos a los gendarmes que estaban metros más adelante y también llamamos a la Comisaría 1º que mandó una patrulla inmediatamente. Esto no va más", lamentaron.
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