No hubo líderes del G20 ni del G7. Nula presencia de autoridades de la Unión Europea y China. Bukele no vino y mandó a un ministro. Giorgia Meloni prometió estar pero falló.
A contramano de lo que es una enorme cobertura internacional que refleja el interés por un fenómeno nuevo en Argentina y el mundo, la asunción de Javier Milei tuvo escasa presencia de líderes mundiales.
Ningún líder del G20, G7 o Brics mandó delegación a la toma de posesión. De América Latina, apenas estuvieron Santiago Peña de Paraguay, Luis Lacalle Pou de Uruguay, Daniel Noboa de Ecuador y el chileno Gabriel Boric. Hubo ausencias notables como la de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, el colombiano Gustavo Petro, el boliviano Luis Arce y Lula, que mandó a su Canciller.
Uno de los referentes internacionales de Milei, sobre todo en materia de seguridad es Nayib Bukele, el presidente de El Salvador que apenas mandó a su secretario de seguridad. El resto de los jefes de Estado de Centroamérica dijeron ausente. Asimismo, Estados Unidos, que mira de reojo al gobierno por su cercanía con Trump, solo envió a Juan González y la secretaria de energía. Una representación absolutamente menor.
Por fuera de la región, las ausencias son más contundentes. De Europa sólo participaron el Rey de España, Felipe VI pero no el presidente Pedro Sánchez (con quien se proyecta una pésima relación por la buena relación del libertario con Vox), el húngaro Víktor Orban, referente de la derecha radical "iliberal" acusado de perseguir a minorías sexuales y concentrar el poder de manera casi absoluta y el ucraniano Volodimir Zelensky, en un claro alineamiento con Ucrania en la guerra con Rusia.
En este caso, se dio una situación particular porque Orban es aliado de Vladimir Putin y bloqueó el ingreso al Consejo Europeo de Ucrania. El protocolo lo sentó al lado de Zelesnky y en un momento mantuvieron un diálogo tenso.
La italiana Giorgia Meloni, que podría estar en la esfera de referencias ideológicas de Milei, tampoco dio el presente aunque en los días previos la daban como una posibilidad concreta. En tanto, ni Alemania, ni Francia, ni Portugal ni las autoridades de la Unión Europea le dieron prioridad a la asunción.
Saliendo de la órbita de las democracias occidentales, no hubo representación de China lo cual es una señal de preocupación ante la necedad económica del país o de India o Vietnam, dos economías dinámicas con cada vez más peso global pero que Milei no contempla como prioridad.
"Desde que llegó la democracia es la peor asunción en materia de presencia internacional", sentenció una fuente diplomática con varias tomas de posesión en el pecho. En el universo de las amistades ideológicas, hubo dos faltazos que hace algunos días se especuló con que podían estar: Donald Trump y Elon Musk.
FUENTE Y FOTOS: La Política Online
