CRISIS: CANALE LE DEBE DOS MESES A MIL EMPLEADOS Y CERRÓ DOS FÁBRICAS PARA EVITAR RECLAMOS

Momentos más que delicados viven los trabajadores del Grupo Canale, una de las alimenticias más poderosas del país.  El Grupo Canale le debe a todo su personal dos meses de salarios. Además no le realiza los aportes de obra social a sus empleados y ayer cerró las puertas de dos de sus fábricas por temor a medidas de fuerza. Es que ya suman dos meses de deudas salariales, que se acumulan con otros incumplimientos, como el pago de las obras sociales de los empleados.

El grupo empresario cuyo presidente es Camilo Carballo, vicepresidente de la COPAL (Cámara que nuclea a las alimenticias), se dedica a la producción y venta de alimentos enlatados.

Posee una planta llenadora de legumbres en Catamarca; tres plantas llenadoras de tomates y duraznos en Mendoza y la planta de Llavallol que hace los envases de hojalata y litografía. También posee fincas propias. En total son 1.000 trabajadores, de los cuales 500 son empleados efectivos y 500 temporarios que están siendo afectados por los incumplimientos salariales.

En planta Llavallol (REDEPA S.A.) los trabajadores afiliados a la UOM iniciaron un plan de lucha saliendo a reclamar a la calle. Ya marcharon en dos oportunidades a la sede del Ministerio de Trabajo en Banfield, participaron y expusieron en el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora y están haciendo choriceadas todos los días en la puerta de la fábrica, para recaudar fondos para sobrellevar la situación.

Por estas horas se esperan novedades de la reunión que llevaban adelante las autoridades de la firma con el líder metalúrgico, Antonio Caló, para intentar buscar una solución a un conflicto que amenaza con llevarse consigo cientos de puestos de trabajo.

FUENTE Y FOTOS: InfoGremiales

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aceptamos todas las opiniones y críticas a nuestro trabajo, pero no se permiten los ataques personales en contra del medio y trabajadores de prensa, tampoco las opiniones que no estén relacionadas con el artículo en cuestión. Quien accione de ese modo será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.