La imprudencia casi termina en tragedia el domingo, en pleno rally de la Vuelta de la Manzana, cuando un auto que participaba de la competencia embistió a un motociclista y a su hijo que habían ingresado a uno de los caminos rurales.
Ni bien se registró el accidente, se decidió suspender el decisivo tramo que tenía la prueba para poder atender a los heridos. El servicio de rescate los estabilizó y después los trasladó hasta el hospital de Roca para su atención.
Luego se informó que el niño, de 10 años, sufrió la fractura del fémur en una de sus piernas y fue asistido en el sector de pediatría. El mayor, quien es el papá, tuvo luxación y fractura de cadera, por lo que quedó internado.
FUENTE, MULTIMEDIA Y FOTOS: El Tribuno