MAURICIO MACRI RECONOCIÓ SU DERROTA EN LAS ELECCIONES

Felicitó a Alberto Fernández y lo invitó a trabajar en la transición. El Presidente habló en el búnker de Juntos por el Cambio. Lo acompañó su compañero de fórmula Miguel Pichetto. Anunció que invitó a desayunar a Fernández este lunes.

No se pudo. Mauricio Macri consiguió achicar la diferencia con Alberto Fernández, pero no le alcanzó para llegar a un ballottage. En el bunker del PRO, escenificó el festejo de una derrota: con música a todo volumen y la misma hinchada macrista de sus victorias. Primero apareció Horacio Rodríguez Larreta para celebrar su triunfo en primera vuelta en Ciudad. Luego María Eugenia Vidal lanzó un claro: "No nos rendimos". Por último, el Presidente salió a reconocer la derrota: "Quiero felicitar al presidente electo Alberto Fernández. Acabo de hablar con él y lo invité mañana a desayunar a la Rosada, porque tiene que empezar una transición ordenada". De todas formas, dejó en claro que no se retira de la política y que ejercerá una "oposición constructiva". Se fue entre abrazos, esta vez sí, sin baile.

Hasta las seis de la tarde, el bunker de Macri en el Costa Salguero -el lugar que eligió para casi todas sus elecciones- parecía dormido. No estaba ni la clásica música que había atronado durante las victorias macristas, ni tampoco había casi público. Ni siquiera se lo había visto al Mago sin Dientes. Pasadas las seis, comenzó la música, el humo inundó el escenario y todo comenzó a despertarse. No era cosa de que pareciera un funeral.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, encabezó la comitiva que salió a hablar a las 18.15, junto con el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y el ministro de Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli. Esta vez no dijo que estaban contentos por la buena elección que habían hecho.

Prefirió cuestionar el sistema electoral vigente (dijo que era "arcaico"), hablar de denuncias de irregularidades e intentar instalar, como ya había hecho a la mañana, que si hay un resultado "muy finito" habría que esperar al escrutinio definitivo (que termina en dos semanas) para saber si habría o no ballottage.

Mientras hablaban, sus rostros dejaban pocas dudas sobre un resultado muy desfavorable. Nada de eso sucedería. Se sabía, ya para esa hora, que ninguno de los aliados pensaba acompañar a Macri en el mal momento: Elisa Carrió ya había avisado que no iba a asistir al bunker y los radicales pretextaron compromisos en sus provincias (Alfredo Cornejo se quedó en Mendoza).

Macri reconocería su derrota en soledad. Carrió aportó lo suyo con un tweet cerca de las 19 horas anunciando triunfos en Ciudad y Nación, enviando al descenso, por ende, a María Eugenia Vidal. "Victoria en la Nación y en la Ciudad de Buenos Aires. Viva Horacio Rodriguez Larreta! Viva Mauricio Macri!", lanzó. Una era real. La otra, no. Ella había dicho que iba a salir a decir que ganaban sin tener ningún dato y cumplió. Poco antes, en otro tweet, Macri pedía "paciencia y tranquilidad".

FUENTE Y FOTOS: Página/12

Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aceptamos todas las opiniones y críticas a nuestro trabajo, pero no se permiten los ataques personales en contra del medio y trabajadores de prensa, tampoco las opiniones que no estén relacionadas con el artículo en cuestión. Quien accione de ese modo será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.