Efectivos de la Policía Federal desbarataron una red de trata laboral de personas y rescataron a 27 jóvenes oriundos del Chaco y otras provincias. Se realizaron múltiples allanamientos en un edificio y un hotel de la capital cordobesa.
Fueron detenidos un venezolano y dos argentinas. Entre las víctimas, hay mujeres (una de ellas, menor de edad) y hombres oriundos de Santiago del Estero, Misiones, Buenos Aires, Catamarca, Salta, Córdoba, Chaco y de distintos países como Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador.
En seis allanamientos, la División Unidad Operativa Federal Córdoba de la Policía Federal Argentina rescató a 27 jóvenes que eran víctimas de trata laboral de personas en un edificio de departamentos de la capital provincial y detuvo a un hombre y dos mujeres, quienes están acusados de ser los máximos responsables de las maniobras delictivas.
Durante el procedimiento, efectuado junto a personal del Gabinete Científico Córdoba, con la colaboración del Departamento Articulación Operativa y Evaluación del Riesgo Delictual, fueron detenidos un venezolano y dos argentinas. Además, se secuestraron 42 teléfonos celulares, 36 cuadernos con anotaciones varias, ocho cuadernos con anotaciones de comprobantes de depósitos y transferencias en el exterior y tres notebooks, entre otros elementos de interés. Los tres aprehendidos, junto a los elementos incautados, quedaron a disposición de la autoridad judicial interviniente.
Entre los afectados hay hombres y mujeres oriundos de las provincias de Santiago del Estero, Misiones, Buenos Aires, Catamarca, Salta, Chaco y Córdoba, y de países como Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador. Una de esas personas es menor de edad.
Una oferta engañosa
La investigación se inició en base a la denuncia de una joven del interior, quien relató que fue atraída a la ciudad de Córdoba mediante una oferta laboral engañosa a través de las redes sociales. Concretamente, la propuesta era generar ingresos mediante el uso de las redes sociales a través de una empresa que decía estar asociada a plataformas digitales internacionales. Para asociarse a la misma y ser miembros de esa “franquicia digital”, debían abonar una “suscripción” que iba de los 150 a los 200 dólares, aunque si se podía solicitar más dinero a los nuevos suscriptores, se lo hacía, ya que previamente se efectuaba un sondeo socioeconómico de los mismos.
Para llamar la atención, la organización exponía en las redes sociales fotografías de sus líderes en la capital provincial, ostentando ropas de marca, vehículos de alta gama y joyas. Todo este “vendaval publicitario” estaba dirigido a captar jóvenes mujeres que buscaban la oportunidad de obtener su primer trabajo.
Si esas jóvenes no podían pagar el monto de la suscripción, las convencían de trasladarse por sus propios medios hasta un edificio ubicado en barrio Cofico, donde eran hacinadas en pequeños departamentos y con precarias condiciones.
Jóvenes vulnerables
Allí, sus líderes, aprovechando la vulnerabilidad económica, las captaban para unirse a la “organización”, que consistía en crear perfiles falsos en las redes sociales con el objeto de seguir captando personas para el pago de la “suscripción”. Toda esa actividad se registraba en cuadernos que eran constantemente monitoreados por los líderes.
Algunos de los chicos y chicas que eran víctimas de trata laboral de personas al momento de ser rescatados.
Esta organización tenía acceso a cuentas bancarias en el exterior, entre ellas entidades crediticias de Colombia y Perú, y festejaba en las redes sociales cada pago de “suscripción”. La mayoría de esos pagos se realizaba a través de criptomonedas para evitar que fueran rastreados. El operativo fue ordenado por el juez Alejandro Sánchez Freytes y contó con la intervención del fiscal federal Maximiliano Hairabedián.
Finalmente, cabe señalar que cinco de los seis allanamientos se realizaron en un edificio de departamentos ubicado en la esquina de José María Bedoya y Nicolás Rodríguez Peña, y el restante en un hotel del centro de la ciudad de Córdoba.
FUENTE Y FOTOS: El Diario Cba
