El crimen de la jubilada Celia “Porota” López quedó impune. Ayer, la sala unipersonal que juzgaba a los imputados a cargo del camarista Horacio Simón Oliva, absolvió a las cuatro personas que afrontaban el proceso por el brutal crimen, entendiendo que “no ha quedado debidamente probada la autoría” de cada uno de ellos.
La lectura de la sentencia incluyó también la lectura de las correspondientes a otras causas que iban por cuerda paralela y alcanzaban a dos de los imputados: Walter Ocampo, a quien el fallo encontró como autor responsable del delito de “Robo con el uso de Arma de fuego” por el que fue condenado a la pena de dos años de ejecución condicional y se le fijó una serie de medidas que deberá cumplir por el mismo tiempo de la pena.
En tanto a María Elena López se la encontró responsable del delito de “Usurpación” en otra causa que se juzgó de manera paralela a la causa central y le fijó requisitos a cumplir durante ese tiempo.
El caso, que fue investigado por la fiscal Liliana Lupi, había llegado a juicio con la calificación de “Homicidio Criminis causa con el concurso premeditado de dos o más personas”, un delito considerado grave, ya que es una figura que indica dar muerte a una persona para tratar de ocultar otro delito. Sin embargo en su sentencia, los fundamentos no se leyeron y solo se hizo alusión a la parte resolutiva. El juez Oliva determinó que los elementos surgidos del expediente no acreditaban el grado de certeza como para determinar la autoría del brutal homicidio.
Es por ello que a las absoluciones de Ocampo, y López se sumaron las de Daniel Otazo y Marisol Olivera –los otros imputados- que tras la lectura de la sentencia y previo a fijar domicilio, se les ordenó la inmediata libertad.
FUENTE: Norte - Imagen Portada Ilustración Web
