Las desventajas tecnológicas respecto a sus pares de países vecinos, pone a la industria del calzado argentino en una situación complicada, aún más a las Pymes del interior.
“Con todos los ajustes que ya hicimos, no podemos aguantar más, no hay créditos a tasas razonables y estamos inundados de productos que vienen de Brasil”, comentó un fabricante de calzados de esta ciudad.
“En este segundo semestre estamos peor que en el primero…Realmente las Pymes estamos cayendo por el tobogán”, remarcó otro comerciante del medio al evaluar el estado de situación en que se encuentran las pequeñas y medianas empresas del interior chaqueño.
El calzado importado
“Un par de calzado que entra al país, implica que acá hay gente que se quedó sin trabajo”, resumieron los fabricantes locales de calzados, expresando de este modo el drama que implica la apertura indiscriminada de estos productos.
Pero no solo eso implica un golpe a la producción local sino también el agobio fiscal, ya que las Pymes sienten el peso tributario que les impide salir a flote y deben cargar la mochila previsional e impositiva. Suman, también, otro drama: el del contrabando, sobre lo cual piden mayores controles y algunos industriales se quejan que la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Servicios de Sáenz Peña no toma temas como esto para debatir y pronunciarse.
Compleja situación
El marcado incremento de ingreso, no solo de manera legal sino desde lo marginal de calzado de importado a partir de la apertura de importaciones marcó un fuerte impacto en la industria nacional del sector, especialmente en las pequeñas y medianas empresas a nivel local que se acentúa con el actual contexto se ve en serias dificultades para seguir produciendo y sostener las fuentes laborales.
Con las armas disponibles la industria del calzado local resiste las desventajas competitivas.
Además el notable retraso que se observa en el sector, no solo local sin también nacional, en materia de innovación tecnológica para obtener mayor competitividad respecto a industrias como la brasilera o paraguaya que en ese sentido, han mostrado avances en los últimos años.
También los altos costos laborales y previsionales son otro factor condicionante. “Hoy mantener un empleado registrado, además del salario que ronda entre los 17 a 22 mil pesos –de acuerdo a convenios y zonas- hay que sumarle los aportes patronales y previsionales que rondan el 50% del monto del salario”.
Las pymes
A la barrera que significa la competencia desleal, la clara diferencia en el precio de costos para elaboración y el precio final al consumidor, constituyen un “cachetazo” para la industria nacional y especialmente para los fabricantes que producen y luchan por subsistir en el interior profundo del país, como es el caso de las pequeñas empresas radicadas en la zona.
“La diferencia de precios es realmente importante” admiten fabricantes y comerciantes quienes aseguran que “un calzado de fabricación nacional cuesta hasta tres veces más que uno importado”, señalaron los fabricantes.
FUENTE Y FOTOS: Norte
