Desde 1923, la experimental de Chaco trabaja en diversas líneas de investigación que aportan al desarrollo territorial y productivo de la región. De la celebración participaron Jorge Capitanich -gobernador de Chaco-, Mariano Garmendia y Nacira Muñoz -presidente y vicepresidenta del INTA, respectivamente - y Diana Piedra -directora del centro regional Chaco Formosa del INTA, entre otras autoridades.
Con la participación del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se celebró el 100.° aniversario del INTA Sáenz Peña. Estuvieron presentes Mariano Garmendia y Nacira Muñoz -presidente y vicepresidenta del INTA, respectivamente-, Carlos Parera -director nacional del INTA- y Diana Piedra -directora del centro regional Chaco Formosa del INTA. También estuvieron presentes Bruno Cipollini -intendente de Sáenz Peña- e Iván Bonacic Kresic -director del INTA Sáenz Peña, Chaco-, entre otras autoridades nacionales, provinciales y municipales.
En su discurso, el gobernador destacó el aporte del INTA Saénz Peña a la región: “Hay dos vectores que lo caracterizan, por un lado, el aporte a la transformación genética en el cultivo del algodón que lo ubica como referencia emblemática para todo el país y el mundo. Por otro lado, más de 50 años de convenio entre la provincia y el INTA para el estudio de capacidad y uso del suelo”.
En este sentido, se refirió a la expansión de la superficie sembrada y aumento de los rendimientos en Chaco durante los últimos 20 años. Según señaló, este logro es “en gran parte, gracias al INTA que ha generado mayor impacto tecnológico y generación de empleos vinculado a las cadenas de valor de la matriz agropecuaria”.
A su vez, se refirió al crecimiento demográfico global y al desafío de producir alimentos para abastecer a la población en una superficie mundial restringida. “De la única manera de producir es con aumento de rendimientos y este incremento de productividad se da con buenas prácticas, tecnología y recursos humanos calificados como lo hace la economía del conocimiento en los procesos productivos en las cadenas de valor”.
En esta línea, destacó la importancia de “cuidar y proteger el ambiente de manera sostenida con tecnologías productivas como la siembra directa, rotación con gramíneas, agricultura de precisión, aplicación de insumos de buena calidad, economía del conocimiento y recursos humanos calificados para lograr la expansión y crecimiento de los rendimientos agrícolas”.
A su turno, Garmendia aseguró: “La construcción del INTA Saénz Peña ha sido un proceso virtuoso que impactó en todo el territorio y a escala nacional. El algodón dejo de ser una economía regional para pasar a ser, poco a poco, una economía nacional muy fuerte. Un cultivo que representa trabajo de calidad para todos los argentinos”.
En este sentido reconoció el aporte y trabajo de todos los que son parte del experimental. “Es INTA es una institución hermosa hacia adentro y mucho más hermosa y generosa hacia afuera”, reflexionó el presidente del INTA, al tiempo que agregó: “Queremos una Argentina grande y profunda para que todos y todas podamos desarrollar las actividades y crecer”.
Por su parte, la vicepresidenta del INTA -Nacira Muñoz- destacó el significado de la experimental para la ciencia, la tecnología para el desarrollo y para generar oportunidades productivas con las particularidades de la región. “Ese es el INTA, un INTA grande”, subrayó.
“Es importante que el INTA sea cada vez más grande y esté cada vez más comprometido con las problemáticas de uno de los sectores más importantes de nuestro país: el sector agroindustrial”, aseguró.
Además, se refirió al lema de la celebración y agregó: “Somos parte del pasado, del presente y sin dudas seremos parte del futuro de nuestra tierra, de nuestra Patria”. En este sentido, ponderó el rol de los trabajadores y las trabajadoras del INTA que interactúan en el territorio, trabajan junto con los productores e intentan abordar problemáticas.
A su turno, Parera celebró el “compromiso de quienes forman parte de la institución con el sector productivo” y se refirió a los logros del INTA Sáenz Peña, al tiempo que agradeció a quienes “se involucraron y contribuyeron a que hoy sea una de las estaciones experimentales señeras en el país, en términos de logros y aportes al sector productivo”.
Y agregó: “Quedan muchos desafíos en línea con las demandas del mundo que requieren de respuestas que necesitan tanto de la participación del sector público como del privado. Un aspecto que en la institución venimos profundizando en la búsqueda de soluciones”.
Un siglo de aporte científico tecnológico a la región
El 1 de agosto de 1923, Tomás LeBreton, ministro de Agricultura de la Nación de aquel entonces, impulsó la creación de una Estación Algodonera Nacional luego de una recorrida por el territorio que hoy ocupa el centro de la provincia del Chaco.
A medida que el tiempo transcurría, la Estación sumó actividades, funciones e infraestructura hasta que finalmente el 4 de diciembre de 1956, fecha en que se crea el INTA, pasa a formar parte de esta institución hasta convertirse en la Estación Experimental Agropecuaria Sáenz Peña que es actualmente.
Ubicada sobre la Ruta Nacional N.º 95 (km 1108), a poca distancia de la planta urbana de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña, cabecera del Departamento Comandante Fernández, Chaco, la Estación Experimental Agropecuaria Sáenz Peña es una de las cinco que posee el INTA Centro Regional Chaco Formosa.
Cuenta con una superficie aproximada de mil hectáreas y organiza sus actividades en las siguientes áreas de trabajo: algodón; recursos naturales; producción forestal; mejoramiento genético de trigo; mejoramiento y evaluación de cultivares de soja, girasol, maíz y sorgo granífero; entomología; fitopatología; extensión y desarrollo rural; biotecnología; banco de germoplasma de algodón; forestales nativas; ganadería; forrajeras subtropicales; suelos; SIG y teledetección; economía; agrometeorología y maquinaria para la agricultura familiar.
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