Monseñor Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, puntualizó que el Papa fue atacado con "insultos irreproducibles y falsedades". Advirtió que "le "preocupa mucho que haya aparecido un clima de autodestrucción, un deseo de que todo se desborde para caer en el vacío”. Milei había calificado a Francisco como un "personaje impresentable y nefasto" y "representante del maligno en la Tierra".
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, se sumó a voces que salieron en defensa del papa Francisco tras los ataques del candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien en diferentes entrevistas definió a Jorge Bergoglio como un "Jesuita que promueve el comunismo", un "personaje impresentable y nefasto" y un "representante del maligno en la Tierra".
En una entrevista publicada en la página oficial de la Oficina de Comunicación y Prensa de la entidad, Ojea recordó que en los últimos años el Papa se vio “maltratado sistemáticamente” por algunos medios de comunicación, algo que, según su análisis, contribuyó a que se lo lea poco y a que no se difunda tanto su palabra y pensamiento, para detenerse en cambio en “pequeñeces muy buscadas con mala intención” por un sector de la prensa.
“En ese contexto, también uno de los candidatos se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades", señalo Ojea respecto a Milei. Y agregó, en defensa del máximo representante del Vaticano: "Como expresó monseñor Gustavo Carrara, el Papa es para nosotros un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión. Pero, por otra parte, también es un Jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”.
“En este tiempo de desesperanza y decepción que provoca la creciente pobreza en nuestro país me preocupa mucho que haya aparecido un clima de autodestrucción. Un deseo de que todo se desborde para caer en el vacío. Esto es como una enfermedad social que anula todo horizonte y proyecto de futuro. Una suerte de auto boicot”, continuó Ojea.
En ese sentido, planteó que “es imposible construir un país sin diálogo y con insultos, gritos y descalificaciones", un estilo que se ha convertido en la marca del libertario. "Nos preguntábamos cómo se va a gobernar un país dividido. Y afirmábamos que el clima de violencia en las expresiones de los candidatos no ayuda a la paz social”, siguió el religioso ante la consulta sobre cómo viene desarrollándose la previa a las elecciones de octubre.
El mensaje de Ojea a los candidatos
En otro tramo de la entrevista, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina marcó el camino al que los distintos candidatos deberían apuntar. “En primer lugar, el cuidado de la vida de cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. Para nosotros la vida debe ser cuidada desde el inicio de la concepción, pasando por todas las etapas de su desarrollo hasta la muerte natural”, indicó.
En segundo lugar, añadió Ojea, "la opción preferencial por los pobres y excluidos. En estos últimos años le hemos pedido a todos los gobiernos un Estado presente, tanto brindando seguridad como garantizando la provisión de bienes primarios para la vida humana, en particular en los barrios más humildes, el respeto por las economías solidarias, y la creación de trabajo genuino y digno, ya que el trabajo es un auténtico ordenador de la vida". Esto, aclaró el religioso, "no es hacer 'pobrismo'”.
Asimismo, mencionó la importancia del cuidado del medioambiente y los riesgos de no ocuparse de esta problemática. “Es irrenunciable el compromiso con el cuidado de la casa común. Hay que combatir la crisis socio-ambiental que vive el mundo producida por el cambio climático que nos pone en riesgo como humanidad", sostuvo.
"Y es imprescindible que la libertad y nuestros vínculos sean vividos conforme al espíritu y a la letra de la Constitución Nacional como marco que guía acciones y decisiones”, concluyó respecto a las prioridades que deberían conducir a los distintos candidatos.
Sobre el final, aclaró que la institución no se inclina por ningún candidato en particular y que respeta la voluntad del pueblo. “Nosotros como Iglesia intentamos iluminar la conciencia de los fieles con los principios del Evangelio. Ante un acto de enorme responsabilidad, como es la emisión del voto, respetamos la voluntad popular. No avalamos a ningún candidato en particular porque no es nuestra misión y no nos corresponde. Expresamos principios que creemos puedan ser útiles para reflexionar el futuro de este pueblo que amamos y al que servimos”, finalizó.
FUENTE Y FOTOS: Página/12