En distintas fábricas de la provincia de San Luis, entre las que se encuentran Rheem, Kimberly Clark, y Drean (ex Mabe) está aconteciendo una nueva ola de despidos y suspensiones masivas. Todo esto, en el contexto “estanflacionario” llevado a cabo por las medidas económicas, sociales y laborales del gobierno de Milei.
Al igual que el sector público puntano, que se encuentra transitando una lucha, en la cual, los trabajadores estatales reclaman por el no pago en cuotas de sus salarios y contra los despidos en dicho sector. Un nuevo ajuste, esta vez, se dirige al sector industrial.
Este nuevo año trajo -además de un profundo ajuste general en las condiciones de vida de las y los trabajadores- nuevos desocupados, esta vez en el sector industrial. Se destacó el rol inactivo de la UOM - San Luis y la indiferencia de las burocracias sindicales afectadas, quienes han mantenido un silencio total frente a los hechos ocurridos. Actualmente, el puesto de Secretario General está siendo ejercido por Jorge Garro -quien además es Secretario General de la CGT San Luis-. Esto en consonancia con la Cámara de Industria de San Luis, que tampoco se pronunció al respecto.
En distintas fábricas de la provincia de San Luis, entre las que se encuentran Rheem, Kimberly Clark, y Drean (ex Mabe) está aconteciendo una nueva ola de despidos y suspensiones masivas. Todo esto, en el contexto “estanflacionario” llevado a cabo por las medidas económicas, sociales y laborales del gobierno de Milei, en conjunto con el profundo ajuste y recorte llevado a cabo por el gobierno provincial de Poggi y la intendencia de Hissa en la Ciudad de San Luis y, por supuesto, con la complicidad de la burocracia sindical puntana y nacional.
Sucede que, a pesar de la suspensión de la reforma laboral llevada a cabo en el nefasto DNU 70/23 del ejecutivo nacional, muchas empresas tomaron medidas “por si acaso” afectando la continuidad laboral de sus trabajadores, en su mayoría “de agencia” o tercerizados.
Muchos trabajadores de la fábrica Drean (ex Mabe) pasaron Navidad y Año Nuevo con la incertidumbre de no tener en claro el paradigma futuro que les esperaba al iniciar el 2024, ya que en la empresa se había estado “rumoreando” de suspensiones masivas desde principios de diciembre, sin embargo, los trabajadores no recibieron información concreta hasta que la empresa comenzó con las suspensiones el 21 de diciembre por un plazo que se extendía inclusive hasta el 12 de enero con el 80% del salario para trabajadores de planta permanente, y sin goce de salario para trabajadores tercerizados haciendo una clara distinción entre unos y otros. Y como si fuera poco, luego de 15 días, se les informó a los trabajadores tercerizados suspendidos que habían sido desvinculados de la empresa multinacional debido a la crisis económica, y desde las agencias intimaron a los trabajadores a que presenten su renuncia para no indemnizar, y no pagar la antigüedad de los operarios.
No muy distinto es el caso de Rheem, donde no solo fueron suspendidos, en principio, por 60 días entre 250 y 300 trabajadores. Si no que además, estos fueron notificados el 31 de diciembre vía mensaje de texto con un saludo de “felicidades” por el año venidero de su suspensión, sin fecha clara de regreso y en muchos casos, sin posibilidad de reubicación para “no quedar mal con la empresa”. En el caso de esta fábrica, solo se abonará una “gratificación” del 80% de una quincena a los trabajadores que en su mayoría son “de agencia” y se esperan aún más suspensiones para la segunda quincena de enero.
No es casualidad que las empresas jueguen a gusto con la necesidad y la continuidad laboral de los trabajadores tercerizados. Es de público conocimiento que las agencias (Bayton, Manpower, Randstad, etc) son empresas multinacionales que precarizan aún más las condiciones laborales y salariales de las y los trabajadores con contratos miserables a través de un modus-operandi que consiste en tomar gente por 6/8 meses y luego despedirla a destajo sin indemnización o como es en el caso de la industria puntana en la actualidad, suspender sin previo aviso ni acuerdo entre las partes a tiempo indeterminado sin goce de sueldo o con el mínimo indispensable para no afectar la ganancia capitalista de quienes utilizan la fuerza de trabajo a tono con sus necesidades individuales.
Es por eso, que llamamos a participar este 24 de enero del paro nacional de las centrales de trabajadores para exigir no solo la caída completa del DNU de Milei, sino también mejores condiciones laborales y salariales para los trabajadores de planta y de agencia de la industria puntana.
FUENTE Y FOTOS: La Izquierda Diario