Además de una buena paga, reciben alojamientos e indumentaria, entre otros beneficios.
El éxodo de trabajadores sigue creciendo y los misioneros copan las industrias brasileñas. Para cosechar frutas, clasificar cebollas o hacer mantenimiento, cada vez más jóvenes cruzan periódicamente la frontera en busca de los mejores salarios y condiciones laborales del vecino país.
Cada lunes, decenas de jóvenes misioneros cruzan la frontera de San Javier-Porto Xavier a través de la balsa en busca de mejores oportunidades. Con el miedo de no saber si se trata de algo serio o una estafa, como ya hubo casos, se embarcan tras el objetivo de trabajar en la cosecha del vecino país. La oferta laboral brasileña es alta, principalmente en lo que refiere a la producción de manzanas, por lo que la mano de obra argentina cotiza del otro lado del río. Mientras que la crisis económica, sumado a los bajos salarios que hay en Argentina, impulsan el éxodo temporario.
Las ciudades fronterizas lo notan. Muchos negocios comienzan a tener menos personal, pues sus empleados se suman a la oleada de argentinos en Brasil. Para evitar estafas o falsas promesas, el diputado y vecino de San Javier, Cristian Castro, trata de ayudar a los jóvenes con los trámites que les piden. En ese marco, indicó que "es una cuestión que se daba antes ya, pero pocos casos en temporada. Se iban unas 10 o 15 personas, pero este año fue un aluvión. Yo les ayudo con los antecedentes penales que hay que solicitarlos por internet y llegué a hacer 40 pedidos por semana en enero y febrero".
"Todos los días mi casa estaba llena de chicos pidiendo antecedentes para ir a trabajar a Brasil. Y ahora se está dando pero se diversificó mucho. El auge era la cosecha de manzanas en las zonas de Bacaría, Caxías do Sul. Luego se fue ampliando y se fueron a hacer cebollas a Santa Catarina, algo de uvas. Ahora también van a clasificar cebolla a Porto Xavier, a los criaderos de cerdos a Santa Rosa. Hay muchos camioneros también", afirmó en comunicación con el programa Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7.
Buenas condiciones y beneficios
Castro contó que ahora, cada vez más son los jóvenes que les piden ayuda para reunir los papeles con el fin de hacerse el documento brasileño y quedarse de forma definitiva. La alta paga es una de las condicionantes que impulsa esta decisión y el idioma no es una dificultad, pues no les solicitan que aprendan portugués, aunque es sabido que los municipios fronterizos misioneros lo manejan y hablan diariamente. "En la cosecha de manzana, los chicos estaban sacando unos 700 mil pesos limpios, porque les daban comida y alojamiento con wifi, Netflix, además de ropa, protectores auditivos y todo lo necesario para el trabajo. Les pagan horas extras también. Pero bueno, hubo casos de muchos estafadores y algunos lugares a las que iban y estaban hacinados", comentó.
Uno de los jóvenes que se encuentra trabajando en Brasil – quien pidió la reserva de identidad para no comprometer sus labores- contó a El Territorio los detalles de la estadía en el trabajo brasileño. "El pago es a través de una empresa, por mes. En época que no hay cosechas, se hace mantenimiento, plantaciones y podas de las manzanas. Por eso varía también el sueldo. Cuando no hay cosecha, como ahora, se trabaja menos. Solamente las 8 horas exactas de lunes a viernes", dijo.
Explicó que "tenés que tener todos los papeles al día para trabajar: el CPF, acta de nacimiento, antecedentes penales y DNI". "El pago varía entre 2000 reales que es el básico, pero es libre porque me dan comida tres veces al día, desayuno, almuerzo y cena además del alojamiento", expresó el joven empleado.
En lo que fue el verano, los trabajadores se iban por temporada y volvían. Sin embargo, ya en los últimos meses se vio que los jóvenes se van por semana a trabajar al vecino país. "Incluso hay quienes se fueron a hacer empedrados, van los lunes y vuelven los sábados. Al igual que los que van a clasificar cebolla a Porto Xavier. Hay muchos patrones sorprendidos con las ganas de trabajar de los chicos y les pidieron los documentos para contratarlos en planta permanente", finalizó Castro.
Desde el comercio
Los comercios de San Javier sienten desde hace tiempo este éxodo de trabajadores. El presidente de la Cámara de Comercio local, Adrián Lasinski explicó en este sentido que “es preocupante como sociedad, porque vemos como triste que las personas se vayan a Brasil por la falta de empleo acá. Sumado a eso, hay una gran diferencia respecto al pago también”.
“El principal motivo por el que van es la diferencia salarial que es bastante, hay personas que se encargan de reclutar trabajadores. Tuvimos casos conocidos de jóvenes que dejaron sus empleos formales para ir a trabajar allá. Igualmente, donde más se sintió, fue en los trabajos rurales porque ahora, para la cosecha de yerba y de caña de azúcar, está bastante complicado conseguir mano de obra porque muchos se fueron a la cosecha de manzanas y demás en Brasil”, expresó.
En tanto, coincidió en que mermó un poco la cantidad de trabajadores que se van, aunque atestó que hay muchos jóvenes que siguen trabajando allá. “Creemos que si vamos por buen rumbo como país, se empieza a estabilizar la situación económica y recomponer los salarios, estas personas volverían al país”, concluyó.
FUENTE, FOTOS Y MULTIMEDIA: El Territorio