“El drama continúa y se profundiza", advierte el comunicado firmado por más de un centenar de profesionales, muchos miembros de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Un grupo de más de 400 médicos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) le envió una carta al Gobierno nacional para denunciar el aumento del hambre infantil en todo el país y criticar la falta de políticas en materia alimentaria.
En el texto se señala que el Ejecutivo impide el acceso de miles de niñas, niños y adolescentes a una “alimentación básica imprescindible para su normal crecimiento y desarrollo”. Entre otras cosas, aseguran que la decisión de “modificar la estrategia de sostén nutricional que desarrollaba el Ministerio de Capital Humano” sin otra política de reemplazo “atenta contra la vida presente y futura” de los niños y niñas.
Entrevistada por la 750, la médica pediatra Norma Piazza, una de las firmantes del documento, dijo que la iniciativa buscaba dar visibilidad a un tema que empeora cada día en Argentina. “La semana pasada hice una compra en el barrio y la vendedora creía que estaba resuelto, que los alimentos (almacenados en galpones) se habían distribuido y que este tema de la carencia de alimentos en la situación más extrema se había resuelto”, explicó.
“Quiere decir que, cuando los medios difundieron la situación, la población se enteró, pero cuando dejaron de tomarlo esto parecía resulto. Y los pediatras vemos que el drama continúa y se profundiza”, continuó Piazza.
Ante la pregunta de Gustavo Campana por la comparación del contexto actual con el 2001, la médica pediatra lanzó: “Yo lo vivencio peor. En el 2001 había una intención, una situación en la que se estructuraba una red social y se abrían las ollas populares y aparecían los alimentos y se cocinaba en comunidad”, recordó.
“Entonces, con el drama económico, laboral y financiero, advertíamos que los niños no estaban bien alimentados pero no sufrían una carencia dramática. Había una contención. Ahora que se ha establecido una red de comedores tan importante en el país, falta el alimento”, contrapuso.
“Falta porque se planifica no darle. Porque es un objetivo no darlo. Pero vemos, por otro lado, que el alimento no está, porque los precios se dispararon y las familias no llegan. Entonces con algo que era muy dramático en el 2001 uno podía visualizar una solidaridad. Yo ahora no sé cómo sigue esto, me da mucho miedo”, finalizó.
FUENTE Y FOTOS: Página/12