Casi a contramano de la tendencia que coloca al sector en la preferencia de los consumidores mendocinos, después de operar dos décadas en la esquina de Bandera de los Andes y Francisco de la Reta, en Guaymallén, el súper mayorista Diarco cerró sus puertas y dejó a 30 trabajadores en la calle.
La firma del grupo Goldfarb le notificó a los empleados, algunos con una antigüedad similar a la de la sucursal, el despido sin causa a raíz de la decisión. Para quienes eran parte de la rutina de Diarco fue una sorpresa encontrar las persianas bajas al llegar, ya que no hubo señales como atraso en el pago de los sueldos. Sólo la presencia de la responsable de Recursos Humanos, Patricia Malito, y un Escribano que dio fe de la notificación.
La Subsecretaría de Trabajo labró un acta fijándole plazo hasta el 7 de marzo para acreditar la liquidación que corresponde por ley a los empleados, aunque el CEC (Centro Empleados de Comercio) evalúa un plan de acción.
CERRÓ POR LA CAÍDA DE VENTAS
El argumento de la empresa fue la caída de ventas que venía registrándose, en contraste con la suba del alquiler del local y los impuestos. Y resultó en el corolario de una crisis que se remonta al menos a mediados de 2016.
Considerado uno de los primeros mayoristas que operó en Mendoza, Diarco fue fundado en 1980. Arrancó 2018 con 40 sucursales en todo el país, sin contar las de Guaymallén que acaba de cerrar, y la nueva proyectada en San Rafael.
Juan Pablo Fiorenza, gerente de Marketing, admitió “una decisión estrictamente comercial que se venía estudiando desde hace tiempo. Esperamos para ver si podía levantar, hicimos gestiones vinculadas al mix de productos, pero los resultados no fueron buenos. Los costos superaron la venta y ya no era rentable; el cierre se adoptó para no afectar la salud del resto de la empresa”, consignó.
FUENTE Y FOTOS: Los Andes