El joven merodeaba en zona céntrica e intentó darse a la fuga cuando observó a los efectivos. En su corta huida cayó al piso y sufrió quemaduras en sus piernas con el caño de escape de la motocicleta de 110 cc. en la que circulaba.
Al reconocerlo y tener conocimiento de sus antecedentes, los uniformados procedieron a detenerlo por prevención, pero una vez en el patrullero el joven se sinceró y admitió que sale a robar "para ganar el pan de cada día". Fue alojado en Comisaría 2º y a las pocas horas recuperó la libertad por orden de la Justicia.
Las mismas fuentes indicaron que "la gran mayoría de los arrebatadores tienen la misma forma de proceder y ése es su estilo de vida. En su gran mayoría son jóvenes drogadictos que suelen andar armados con escopetas "tumberas" o armas blancas, y son muy peligrosos. La Policía los detiene pero lamentablemente las leyes los amparan y vuelven al circuito del delito. Es esta oportunidad este sujeto no andaba armado, pero en las anteriores sí", aseguraron.
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