Ella junto a su pareja Don Ceferino y sus hijos viven a la vera de la Ruta 4 y con un palo – que usa de bastón – se ayuda para llegar hasta su casa.
Doña Gerónima tiene que caminar unos 300 metros con el agua en la cintura para llegar hasta su casa, que está inundada, pero “se la abrió a los animalitos para que se suban a algo y se puedan salvar algunos”, cuenta; mientras muestra que “al frente, el vecino le prestó un pedazo de tierra para poner las 35 vacas que tenemos”.
Pero allí no terminan sus padeceres; "llegaron los de la luz y se la cortaron porque la factura de 4.800 pesos no la podía pagar y vendimos un animal, pero, sabe cuantos nos cobraron para reconectarla: 2.000 pesos. Y mire como estamos, olvidados por todos”.
El agua, según expresan, “baja de la zona de La Tigra y acá no hay canales, no hay nada que pase la Ruta 4”. Se supone que las aguas pluviales tendrían que seguir hacia el curso del riacho Tapenagá, opinó otro vecino más conocedor.
FUENTE, MULTIMEDIA Y FOTOS: Primero Chaco