Siguen los despidos en la fábrica de Durlock de General Acha, provincia de La Pampa.
Los trabajadores cumplían funciones en Productos Especiales, dedicada a la producción de masillas y placas para cielorraso, un sector que donde la caída de las ventas produjo una elevada acumulación de stock en lo que va del año.
El sector de la construcción se hunde cada vez más por los efectos de las políticas económicas del Gobierno nacional y la recesión. En la fábrica de Durlock fueron despedidos, en total ya unos 20 empleados de la empresa ubicada en General Acha. Fuentes gremiales detallaron que los trabajadores fueron despedidos del sector de logística.
A finales de junio, una docena de trabajadores fueron los primeros en sufrir el recorte. Los 12 operarios trabajaban en el sector de productos sociales. En este caso, los trabajadores llegaron a un acuerdo para percibir un 30 por ciento más de indemnización.
Semanas después, durante el mes de julio, la empresa implementó otra tanda de despidos motivados por la severa caída en el sector de la construcción. Durlock había comunicado la cesantía de otros cinco operarios del área de Producción de la firma.
Retiros voluntarios
Los despidos en la planta de Durlock adoptaron la forma de retiros voluntarios, al convalidarse un acuerdo para el cese del vínculo laboral entre la empresa y los operarios, quienes renunciaron al empleo a cambio de cobrar un 30% más del importe correspondiente para cada indemnización, con la posibilidad de volver a reincorporarse cuando la actividad vuelva a la normalidad.
Los trabajadores cumplían funciones en Productos Especiales, dedicada a la producción de masillas y placas para cielorraso, un sector que donde la caída de las ventas produjo una elevada acumulación de stock en lo que va del año. Frente a la crisis, la empresa decidió achicar la planta de empleados: "presentó un listado y comunicó un ofrecimiento para concretar despidos acordados, incrementando el monto de la indemnización, evitando trámites engorrosos y abriendo además la posibilidad de ser reincorporados si se reactivan las ventas".
Ajuste nacional
La parálisis de la obra pública tiene sus efectos e impacta duramente en una localidad donde Juntos por el Cambio apoyó durante la campaña presidencial del año pasado al actual presidente, Javier Milei. En el balojate, el líder de La Libertad Avanza obtuvo 5.554 votos, el 61,09% de los emitidos, contra los 3.241 de Sergio Massa, el 35,65% del total.
La política económica del gobierno libertario provocó una caída de actividad comparable a la crisis de 2001 y generó "unos 130 mil despidos, sobre un total de 450 mil empleos formales". La información fue suministrada por Gustavo Weiss, presidente de la poderosa Camarco, el 25 de marzo, al presentar un lapidario informe sobre actividad de la construcción durante los primeros seis meses del año.
Aquel día, Weiss advirtió que el Estado nacional mantiene una deuda de 400.000 millones de pesos con las empresas constructoras, por certificaciones de septiembre, octubre y noviembre de 2023, correspondientes "a unas 3.500 obras paralizadas en todo el país, básicamente rutas y viviendas".
Energía
Además de los despidos, la empresa de materiales para la construcción tomó otra medida en el contexto de crisis. Dejó de comprarle la energía eléctrica a la Cosega e ir al mercado mayorista nacional. Las propias autoridades de la cooperativa habían confirmado que la empresa comunicó esa decisión.
En el habitual espacio radial en el que comparecen los dirigentes de la Cosega, la presidenta María Schroeder y el asesor legal Fuentes Mirassón, confirmaron escuetamente la novedad. Habían indicado que "es normal en las prácticas empresariales", la decisión de la firma.
FUENTE Y FOTOS: La Arena