Fueron los vecinos quienes dieron aviso a la Policía por los olores nauseabundos que emanaban de un departamento. Al llegar al lugar los uniformados ingresaron a la vivienda y hallaron el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición. Minutos después pudieron determinar sus datos personales. Ocurrió en plena Zona Universitaria de nuestra ciudad.
Al respecto, la Policía informó a Periodismo365 que este martes a las 15.50 horas efectivos de Comisaría 2º fueron alertados que en calle 6 y 13 del Barrio Belgrano, en un domicilio había olor nauseabundo.
Al llegar al lugar los uniformados hablaron con vecinos quienes explicaron que desde un dormitorio de un departamento emanaban fuertes olores nauseabundos, agregando que allí vivía una persona mayor de edad, no hallándose familiar y/o familiares algunos. Tras golpear la puerta, no se obtuvo respuesta alguna.
A las 16.30 horas en el departamento N° 06, se ingresó utilizando la fuerza, constatando luego que un hombre de unos 50 o 60 años yacía en el suelo en posición decubito ventral, en avanzado estado de descomposición. Se resguardó el perímetro y se puso en conocimiento al Fiscal N° 3, Dr. Marcelo Soto. Luego, a las 18.10 horas; el médico policial diagnosticó que "No puede determinar causal de muerte por el estado avanzado de putrefacción. Aconseja Necropsia".
Se informó de la situación al Fiscal Soto, quien dispuso el traslado de los restos hacia la morgue judicial en el móvil tanatológico de la División Bomberos Sáenz Peña. Se labró Acta de Constatación y no se hallaron daños ni signos de violencia. Además, vecinos de la zona y departamentos lindantes, afirmaron que la persona fallecida era de tomar mucha bebidas alcohólicas. Se halló documentales varias, entre ellas un currículum en el interior del baúl de una motocicleta de 110 cc., estableciéndose que el fallecido era Florindo Javier Perrone, de 51 años de edad, divorciado, jubilado del Servicio Penitenciario Federal, domiciliado en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz.
Los investigadores no pudieron constatar familiares del mismo en Sáenz Peña y se entabló diálogo con el propietario de los departamentos quien se hallaba justamente manejando en viaje con destino a la provincia de Córdoba, aduciendo que se trataría de su amigo y que le había prestado el departamento a Perrone para que resida, cortándose luego la comunicación por falta de señal. Se logró cerrar la puerta del departamento con llave, quedando al resguardo de un inquilino vecino.
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