PENAL DE EZEIZA: PRESOS K SE QUEJAN DEL FRÍO Y LA FALTA DE AGUA CALIENTE

La hermana de Baratta reclamó por la caldera rota en el complejo penitenciario. ¿Fue intencional?

El miércoles 10 era el tercer día de julio que a los presos de los pabellones “C” y “D” del módulo 6 de Ezeiza no les funcionaba la caldera. Bañarse sin agua caliente era considerado un castigo importante, sobre todo con el frío polar que azotaba Buenos Aires. Sin embargo no hubo demasiado revuelo interno, a pesar de que los afectados eran los tristemente célebres presos K.

Anestesiados por su situación, los ex funcionarios ya casi no protestan. Denostados por el macrismo e ignorados por el kirchnerismo, Amado Boudou, Roberto Baratta, Ricardo Jaime y Lázaro Báez, entre otros, apenas hacen oír su voz.

Paula Baratta, hermana del ex secretario de Julio De Vido, fue la encargada de hacer la denuncia por Twitter: “Es el tercer día que en Ezeiza amanecen sin caldera”. Su mensaje no tuvo demasiada repercusión.

En el Servicio Penitenciario confirman a NOTICIAS que el problema existió, pero que al cierre de esta edición, el jueves 11, ya estaba arreglado. “Exageran”, dice una fuente del Ministerio de Seguridad para restarles importancia a las demandas de los presos K que aseguran que los problemas son especies de “castigos y tormentos” por su militancia. De hecho indican que las condiciones de las cárceles federales son buenas comparadas con las de las provincias y que siguen trabajando en mejorar la calidad de vida de los internos.

Otro familiar de un preso K que protestó fue el hijo de Claudio “El Mono” Minnicelli. Germán, “El Monito”, quiso ir a visitar a Baratta el sábado 6, pero por seguridad los penitenciarios le pidieron que se sacara la campera. Lo tomó como un gesto de prepotencia, los insultó y se fue hacia la unidad 32, donde está detenido su papá.

Pocos recursos. El martes 2, un puñado de personas se juntaron en el Teatro de Avellaneda en un encuentro para recaudar dinero para los presos K. “Libres los queremos”, se llamó la reunión que condujo Dady Brieva. No hubo suerte con la atención mediática: Argentina jugaba contra Brasil por Copa América y el evento pasó completamente desapercibido.

Sin embargo, el enojo de Brieva fue con los propios. “Llamó la atención la falta de dirigentes”, dijo en Radio Identidad Colectiva. Y completó: “No habla bien de nosotros que pasen desapercibidos estos encuentros”.

Mientras tanto, los presos K siguen abandonados a su suerte. No sólo las bajas temperaturas del invierno los preocupan, sino también la fría relación con sus ex compañeros y con Cristina, que lucha por volver al poder, pero a ellos no les da señales.

FUENTE Y FOTOS: Perfil

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