La alimenticia del grupo Pérez Companc registró una caída de 19,7% en ingresos reales y no logra recuperar rentabilidad.
Molinos Rio de la Plata, una de las principales empresas alimenticias de la Argentina, atravesó un primer semestre complicado: entre enero y junio de 2025 acumuló una pérdida neta de $19.485 millones, según se desprende de su último balance presentado ante la CNV. El rojo responde al fuerte desfasaje entre costos e ingresos, en un contexto de alta inflación y caída del consumo interno. La compañía explicó que "con costos de venta unitarios aumentando nominalmente por encima de los precios", el resultado fue inevitablemente negativo.
Durante el primer semestre, la compañía del grupo Pérez Companc tuvo ingresos netos por $437.542 millones, lo que en términos reales implicó una caída del 19,7% interanual. Pese a haber vendido un 1,9% más en volumen en el mercado local, los precios de venta se ajustaron apenas un 11,1% promedio, frente a una inflación de casi 40%. Básicamente, los costos unitarios de venta crecieron más rápido que los precios, lo que deterioró la rentabilidad del negocio.
Golpe al resultado operativo
A su vez, el resultado operativo del semestre fue negativo en $20.242 millones, lo que marca un fuerte deterioro frente al mismo período de 2024, cuando había sido positivo en $15.442 millones. El impacto del costo financiero agravó aún más el escenario: el resultado neto antes de impuestos fue una pérdida de $31.588 millones.
Ni siquiera los ingresos por exportaciones, que crecieron un 21,8% en volumen, alcanzaron para compensar el impacto local. En la reseña, la empresa reconoce que, "ante un escenario de consumo aún deprimido, en el que las principales consultoras de mercado registraron una caída de 4,9% semestre contra semestre", se mantuvo el enfoque en preservar el posicionamiento de las marcas y ofrecer accesibilidad. Esa estrategia, indican, permitió un “incremento generalizado en la participación de mercado” respecto al año anterior.
Segmentos y estructura
Por tipo de negocios, el segmento de alimentos continúa representando el grueso de la operación, con el 93% de los ingresos. El volumen total vendido fue de 219.673 toneladas, con mejoras tanto en el mercado local como en exportaciones. Las ventas domésticas alcanzaron 203.787 toneladas, frente a 15.886 toneladas exportadas, lo que marca subas en ambos frentes. En particular, las exportaciones crecieron en volumen un 21,8%, aunque la empresa no logró capitalizarlo plenamente en términos de rentabilidad.
El negocio de bodegas, en cambio, fue el más golpeado. Las ventas totales se redujeron un 15% interanual: pasaron de poco más de 1 millón de cajas en el primer semestre de 2024 a 877.487 en 2025. En el desglose, las ventas locales cayeron de 835.981 a 684.402 cajas, mientras que las exportaciones también retrocedieron, de 198.286 a 193.085 cajas.
La compañía remarca que se avanzó en planes de eficiencia y control de gastos: "la efectividad de esta gestión se evidencia en la mejora de los costos de venta y los gastos de comercialización y administración, que en su conjunto mejoran 8,6 puntos porcentuales sobre ventas respecto al trimestre anterior". A pesar de ello, los flujos operativos fueron negativos en $16.962 millones, lo que refleja la presión sobre la caja.
Perspectivas y contexto
Molinos busca revertir este escenario sobre la base de una recuperación progresiva del ingreso disponible de los hogares. "A partir de la recuperación del ingreso disponible, la Sociedad buscará equilibrar paulatinamente el desfasaje registrado entre el aumento de precios y los costos de venta", señala el balance.
En tanto, a fines de julio, la calificadora Fix ratificó la nota crediticia de la firma en AA(arg) con perspectiva estable, y consideró que el deterioro es coyuntural. Entre los factores positivos, destacó la sólida posición de mercado, la capacidad de acceder a financiamiento y el control de costos. Estima que la compañía podrá restablecer su rentabilidad hacia 2026, a medida que mejore el contexto macroeconómico.
Actualmente, Molinos opera 11 plantas de alimentos y 3 bodegas en el país, y mantiene un portafolio de marcas líderes en la mayoría de las categorías en las que participa. De cara al futuro, desde la compañía remarcan que continuarán "enfocados en el consumidor, sus marcas, la productividad y la eficiencia para seguir acompañando a los argentinos con productos cada vez más saludables, ricos, prácticos y accesibles".
FUENTE Y FOTOS: Ámbito